Mons. Colombo llama a nuevos sacerdotes a ser hombres de reconciliación

  • 23 de noviembre, 2021
  • El Challao (Mendoza) (AICA)
El arzobispo de Mendoza ordenó presbíteros a Franco Alcaraz, Matías Castillo, Nicolás Ceballos, Román Garín y Santiago Soria, en el santuario de Nuestra Señora de Lourdes, de El Challao.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la ordenación sacerdotal de los diáconos Franco Alcaraz, Matías Castillo, Nicolás Ceballos, Román Garín y Santiago Soria.

La celebración eucarística con el rito de ordenación fue el pasado 20 de noviembre en el santuario de Nuestra Señora de Lourdes, de la localidad mendocina de El Challao.

En la homilía, monseñor Colombo recordó que “en estos tiempos difíciles de tanta agresividad e incapacidad de encuentro, ustedes son enviados como artesanos de un diálogo que ponga de manifiesto lo mejor de ustedes en la gestación de la amistad social”.

“Que pidan y encuentren en la oración ante el Señor, la capacidad de ser hombres reconciliados en su interior y que por eso pueden ayudar a sus hermanos a reconciliarse con Dios; que puedan reconciliarse con sus propios dolores y heridas, con sus historias que tienen tanto en común con la de los jóvenes de su generación, con sus propios errores, como los que tenemos todos y que son una oportunidad para renovar nuestro sí a Dios”.

Tras hacer hincapié en el legado de amor y de amistad que dejó Jesús, el arzobispo mendocino dio gracias a Dios “por el don de sus vidas, por esta entrega de hoy que nos llena de esperanza y nos compromete a rezar por su misión y a seguir acompañándolos desde nuestros lugares de servicio”. 

“Que San José cuyo año estamos concluyendo los sostenga y anime a ser como él, un hombre íntegro y sereno, que cuida la vida nueva y la sostiene con su trabajo y su amor”.

“Que la Iglesia mendocina tenga en ustedes hombres llenos de sueños como los de José, donde la fidelidad y el amor, el riesgo y la confianza, se entrelazan en un sí perpetuo; hombres siempre en camino cuando se trata de cumplir con la voluntad de Dios que nos ama y quiere nuestro bien”.

Por último, monseñor Colombo pidió que “de la mano de la Virgen del Rosario, ungidos por el Señor, lleven a los corazones alegría, consuelo, esperanza y paz”.+