En el Ángelus, el Papa llamó a buscar la verdad de Jesús que nos libera

  • 21 de noviembre, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En el marco de la solemnidad de Cristo Rey, el papa Francisco encabezó este domingo el rezo del Ángelus, e invitó a los fieles a buscar la verdad de Jesús, que nos libera de la hipocresía.

El papa Francisco rezó el Ángelus del domingo 21 de noviembre, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, ante una colmada Plaza de San Pedro.

En su reflexión, el Santo Padre convocó a "buscar cada día la verdad de Jesús, Rey del Universo, que nos libera de las esclavitudes terrenas y nos enseña a gobernar nuestros vicios"

Dirigiéndose a los fieles desde la ventana del Palacio Apostólico, el Papa reflexionó sobre el Evangelio del último domingo del Tiempo ordinario, que culmina en esta afirmación de Jesús: «Sí, como dices, soy Rey».

Francisco recordó que estas palabras, Jesús las pronunció “delante de Pilato, mientras que la multitud grita para que le condenen a muerte”. Y remitiéndose al episodio de la multiplicación de los panes y de los peces del Evangelio de Juan, cuando Cristo se retiró solo a rezar, evidenció que antes “Jesús no quería que la gente lo aclamase como rey”.

En ese sentido, advirtió: “La realeza de Jesús es muy diferente de la mundana” porque, como Jesús mismo dijo a Pilato, su reino “no es de este mundo”.

"Él no viene para dominar, sino para servir. No llega con los signos de poder, sino con el poder de los signos. No se ha revestido de insignias valiosas, sino que está desnudo en la cruz. Y es precisamente en la inscripción puesta en la cruz que Jesús es definido como 'rey'", señaló. "¡Su realeza está realmente más allá de los parámetros humanos! Podríamos decir que no es rey como los otros, sino que es Rey para los otros".

En ese sentido, explicó el Papa, Jesús se demuestra “soberanamente libre del deseo de la fama y de la gloria terrena” e invita a preguntarnos: "¿Sabemos imitarle en esto? ¿Sabemos cómo gobernar sobre nuestra tendencia a ser continuamente buscados y aprobados, o hacemos todo para ser estimados por parte de los otros? En lo que hacemos, en particular en nuestro compromiso cristiano, ¿cuentan los aplausos o el servicio?"

Jesús “también hace libre y soberano el corazón de quien le sigue”, porque Él nos libera del sometimiento del mal, destacó el pontífice. "Su Reino es liberador, no tiene nada de opresivo. Él trata a cada discípulo como amigo, no como súbdito. Siguiéndolo no se pierde, sino que se adquiere dignidad. Porque Cristo no quiere en torno a sí servilismo, sino gente libre".

Y preguntándose "¿De dónde nace la libertad de Jesús?", exhortó a volver a las palabras de Jesús frente a Pilato: ‘Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad’. “La libertad de Jesús viene de la verdad”, sostuvo Francisco.  “Es su verdad la que nos hace libres”. Y puntualizó que “la verdad de Jesús no es una idea, algo abstracto” sino que “es una realidad, es Él mismo que hace la verdad dentro de nosotros, nos libera de las ficciones y de las falsedades que tenemos dentro”.  

"Estando con Jesús, nos volvemos verdaderos. La vida del cristiano no es una actuación donde se puede llevar la máscara que más conviene. Porque cuando Jesús reina en el corazón, lo libera de la hipocresía, de las escapatorias, de las dobleces".

"La mejor prueba de que Cristo es nuestro rey es el desapego de lo que contamina la vida, haciéndola ambigua, opaca, triste. Cierto, debemos lidiar siempre con los límites y los defectos: todos somos pecadores. Pero cuando se vive bajo el señorío de Jesús, uno no se vuelve corrupto, falso, con la inclinación a cubrir la verdad. No se lleva una doble vida", aseguró.+