"La misa: escalera de la tierra al cielo"

  • 22 de noviembre, 2021
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
El libro que lleva ese título, obra del presbítero José María Klappenbach, fue presentado en el colegio Los Cerros, en Yerba Buena, Tucumán, donde había sido capellán.

“En el altar del mundo. La misa: escalera de la tierra al cielo”, un libro del presbítero José María Klappenbach, de la prelatura del Opus Dei, fue presentado en el colegio Los Cerros, de Yerba Buena, Tucumán, ante unas 120 personas, con buen eco en la prensa local.

El tradicional diario La Gaceta consignó que el autor explica de modo didáctico, y al mismo tiempo bien documentado, cada una de las partes de la misa católica, para concluir con su propuesta de vivir la vida cotidiana de la misma manera.

“En esa línea –dice el diario-, traza su visión eucarística del trabajo, en permanente entrega hacia los demás; concretamente sugiere que nuestra “capilla de adoración permanente” sea nuestro trabajo, la cocina, el aula, la calle, la casa”. Y añade que el autor ilustra el libro con breves citas de los papas Francisco y Benedicto XVI, de San Juan Pablo II y San Josemaría  Escrivá de Balaguer, y con recuerdos y anécdotas personales.

En la presentación hablaron la periodista Magena Valentié, de La Gaceta, y el presbítero Jorge Marcelo Barrionuevo, párroco de Cristo Rey, en San Miguel de Tucumán, que presidió el comité organizador del Congreso Eucarístico Nacional realizado en 2016 en esa ciudad.

Diez personas a caballo y 17 hermanos
La periodista señaló que al mirar la tapa del libro, se preguntaba  por qué no habían puesto una foto de una misa: un sacerdote, un cáliz. En vez de eso, había diez personas a caballo. “Me llamaba la atención por qué en la imagen no se veía un altar, y en cambio se mostraba un campo, que podía ser la montaña, unida al cielo. ¿De qué altar me estará hablando el autor?, me preguntaba yo. ¿Qué será el altar del mundo? Me animo a abrir el libro, y lo primero que leo es la solapa: “José María Klappenbach es el mayor de 17 hermanos”. La madre del autor, Carmen García Llorente de Klappenbach estaba presente. 

“Me pregunté por qué pueden ser tan importantes en la biografía de un hombre sus hermanos, más allá de que fueran 17 o tres. ¿Qué es lo primero que pienso cuando digo hermanos? Familia. Bien. Personas que comparten un proyecto de vida en común”, dijo Valentié.

Y tras señalar que leyendo este libro había comprendido que “misa es sacrificio, es Calvario, es ofrenda, es fiesta, es hacerlo todo por amor, es Eucaristía”, comentó que “San Josemaría y el padre José María nos dicen que nuestra vida está llamada a ser misa cotidiana”, en cada uno de nuestros días.

“Creí que iba a leer un ibro sobre la misa y no… en realidad leí un libro sobre la vida. En todo caso es una catequesis para vivir la vida como una misa”.

Un coloquio con el hombre de la calle  
A su vez, el padre Barrionuevo opinó que providencialmente “el libro viene a responder a una experiencia que hemos tenido de la ausencia de la misa, en el orden real, práctico, porque la necesitamos…”, en referencia a las restricciones habidas por el corona virus en el 2020 y aún después. Estimó que esa ausencia debe ayudar a revalorizarla, a recuperar el gusto y la belleza que la Eucaristía tiene en sí misma.

Estimó que el estilo del padre José María relaciona la altura de lo teológico, con lo coloquial del lenguaje del tiempo contemporáneo que nos toca vivir. Lo consideró una suerte de coloquio con el hombre de la calle. “Es un libro providencial. Nos permite ver la unidad del cuerpo de la liturgia, y al mismo tiempo nos da un horizonte de vida. Creo que es un libro que viene a responder a una urgencia grave, e histórica, que es volver a colocar la Eucaristía en el centro de la vida cristiana, en la Iglesia de hoy, en este tiempo, en este contexto y en este mundo. Volver a valorizarla como la Iglesia siempre la ha valorado, porque si hay algo que nos lleva a pararnos en la contemplación es el misterio de la Eucaristía”.

“Quiera Dios que nunca se vuelva a privar a la Iglesia de la celebración de la Eucaristía para con sus fieles, porque verdaderamente el hambre que ha producido en el corazón de mucha gente ha sido penoso y algunos han caído en una inanición del alimento eucarístico a veces de modo permanente. Este libro es una gran tarea apostólica en el contexto providencial que Dios nos encomienda”.

André Frossard, Gérard Depardieu y el autor
El padre Barrionuevo recordó  la impresión que le causó al escritor y periodista francés André Frossard ver una hostia consagrada en la custodia, lo que reflejó en su libro “Dios existe, yo me lo encontré”. Y comentó cómo el actor Gérard Depardieu, tras leer las Confesiones, de San Agustín, se enamoró tanto de ese libro que le pidió al arzobispo de París, cardenal Jean-Marie Lustiger, poder leerlo durante varios meses en la catedral de Notre Dame. Imagino al padre Klappenbach, con su movimiento gestual vertiginoso, leyendo su propio libro en la Catedral de Buenos Aires: “No estaría leyendo como un monje hierático sino que expresaría en cuerpo y alma lo que ha escrito”.

El presbítero José María Klappenbach es licenciado en administración de Empresas por la Universidad Católica Argentina (UCA) y doctor en Teología por la Universidad de Navarra, España. Actualmente integra el consejo presbiteral de la arquidiócesis de Buenos Aires.

Fue varios años capellán del colegio Los Cerros. Ese instituto y el autor regalaron conjuntamente ejemplares a alumnas a las que les había dado la comunión en los años 2012 y 2013, que se sacaron una foto con quien había sido su capellán.

El libro fue publicado por la editorial Logos (info@edicioneslogos.com, + 54 9 11 4737-1579). Puede conseguirse en  librerías católicas, como Ágape o Claretiana, o también solicitándolo al autor: josemariaklapp@gmail.com .+