Julián Carrón renuncia como presidente de Comunión y Liberación
- 15 de noviembre, 2021
- Roma (Italia) (AICA)
Lo anunció en un comunicado, en cumplimiento del Decreto General que regula el ejercicio del gobierno de las asociaciones de fieles. Estaba en el cargo desde 2005.
En nota de prensa se da a conocer la decisión del presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, en cumplimiento del decreto general que regula el ejercicio del gobierno de las asociaciones de fieles. El padre Carron estaba en su cargo desde 2005.
"Fomentar el cambio de liderazgo al que estamos llamados por el Santo Padre en la "libertad que requiere este proceso", escribe el padre Julián Carrón en una carta, anunciando así que deja la dirección de la Fraternidad de Comunión y Liberación a la que acompañó durante más de diez años, tras la muerte del fundador don Luigi Giussani.
El padre Carrón, sacerdote español de 71 años, habla de "un momento delicado en la vida del movimiento" y justifica su elección en el respeto al Decreto General de Las Asociaciones de Fieles, que regula el ejercicio del gobierno en las asociaciones internacionales de fieles, promulgado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y que entró en vigor el 11 de septiembre de 2021.
El decreto estipula que el mandato es de cinco años y que una misma persona puede ocupar "un cargo en el órgano directivo central a nivel internacional durante un periodo máximo de diez años". En caso de que se produzca esta situación, el Decreto estipula que "se celebrarán nuevas elecciones en un plazo máximo de veinticuatro meses" tras la entrada en vigor del Decreto.
En la carta, Carrón invita a "asumir la responsabilidad personal del carisma". Ha sido un honor para mí –afirma– ejercer este servicio durante años, un honor que me llena de humillación por mis limitaciones y por si he fallado a alguno de vosotros".
A continuación, agradece por "el regalo de la compañía que he podido disfrutar ante el espectáculo de vuestro testimonio diario, del que he aprendido constantemente y del que quiero seguir aprendiendo".
"Les deseo que vivan esta circunstancia como una ocasión de crecimiento en vuestra autoconciencia eclesial, para seguir siendo testigos de la gracia del carisma dado por el Espíritu Santo a don Giussani, que hace de Cristo una presencia real, persuasiva y decisiva, que nos ha investido y arrastrado a una corriente de vida nueva, para nosotros y para el mundo entero", concluye Julián Carrón.+