Mons. Conejero Gallego: "¡Cosechemos alegría, unidad y paz!"

  • 4 de noviembre, 2021
  • Formosa (AICA)
"Busquemos, sinceramente en todo y siempre, la verdad, la justicia, el bien común, la libertad y la paz", pidió el obispo de Formosa en su editorial de noviembre en el periódico diocesano Peregrinamos

El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, recordó que noviembre es el mes de María y que comenzó con la jornada de oración por la santidad del pueblo argentino, que subraya la vocación y misión a ser santos que, consideró, tanto se necesita vivirla y ponerla en práctica.

“No nos quepa la menor duda de que sucede lo que afirma san Pablo, el gran apóstol-misionero de los gentiles: ‘se recoge lo que se siembra: el que siembra para satisfacer su carne, de la carne recogerá solo la corrupción; el que siembra según el Espíritu, del Espíritu recogerá la vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque la cosecha llegará a su tiempo si no desfallecemos”.

En su editorial en el periódico diocesano Peregrinamos, el prelado formoseño advirtió: “Si en nuestro pensar y obrar sembramos sólo ambiciones de bienes materiales, éxito, ganancias, placeres, poder, vanidad humana y ‘mundanidad’; aceptando y empleando incluso medios, sin escrúpulo alguno, como la mentira y el engaño, la extorsión y la corrupción, la fuerza y la violencia… recogeremos frutos vanos, desilusión, tristeza y miseria. Por el contrario, si sembramos, con humildad y paciencia, la verdad, la justicia y el bien común, cosecharemos alegría, unidad y paz”.

Monseñor Conejero Gallego señaló que el pasado 17 de octubre se inició la fase diocesana del Sínodo de la Sinodalidad y expresó su anhelo propio y de toda la comunidad de caminar juntos “con toda la Iglesia, en sintonía y docilidad a las inspiraciones de Espíritu Santo: escuchando y discerniendo lo bueno, lo mejor, lo perfecto; y así, poder responder adecuadamente a los desafíos del tiempo presente que nos toca vivir, en estos momentos concretos de la historia”.

“Sin duda alguna, la Palabra de Dios, los sacramentos, la oración-adoración al Señor y la solicitud y el servicio a más pobres y sufrientes, serán los medios necesarios que nos ayudarán en esta tarea, antigua y siempre nueva, para crecer y progresar en el amor a Dios y a los hermanos”.

“Somos conscientes de que la fe y la vida no pueden ni deben nunca separase, como nos exhorta con toda claridad la Carta de Santiago: ‘lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta’. El mismo papa Francisco insiste con frecuencia, cómo todo está relacionado, íntimamente interconectado: Dios, los hombres -nuestros hermanos-, la creación y el cuidado de la Casa común; es decir, todas las dimensiones y actividades humanas: lo religioso, lo social, lo político, lo económico, lo cultural, lo ecológico”.

Por último, monseñor Conejero Gallego indicó que el domingo 14 de noviembre es la V Jornada Mundial de los Pobres, fecha en la que los argentinos tendrán también “la oportunidad de votar; es decir, de ejercer, como ciudadanos, nuestro derecho a elegir responsablemente candidatos honestos e idóneos para la función y la administración pública”, por lo que pidió: “Hemos de estar, pues, atentos a quienes elegimos, cuáles son sus convicciones y sus propuestas; su respeto a los derechos humanos fundamentales, comenzando por el primero y más importante de todos: la defensa y respeto a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural. Atentos a los métodos que utilizan: manipulación, presiones coercitivas de libertad en lo laboral, educativo, religioso… en fin, todo un desafío”.

“Busquemos, sinceramente en todo y siempre, la verdad, la justicia, el bien común, la libertad y la paz”, concluyó.+