La Argentina oró por la paz con el "espíritu de Asís"

  • 2 de noviembre, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
La Comunidad San Egidio y la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso del arzobispado de Buenos Aires convocaron a rezar por la paz, en línea con la oración que presidió el Papa en el Coliseo.

La Comunidad de San Egidio organizó un encuentro de oración por la paz el domingo 31 de octubre en la parroquia Santa Julia, del barrio porteño de Caballito.

Adhirió así a la oración que el papa Francisco presidió el 7 de octubre último en el Coliseo de Roma, al cumplirse 35 años de la reunión de referentes de distintas religiones convocados por el papa San Juan Pablo II a rezar por la paz en Asís.

El lema del encuentro fue “Pueblos como hermanos, futuro de la Tierra, religiones y culturas en diálogo”.

En la parroquia Santa Julia, dio la bienvenida a los presentes el presbítero Carlos White, delegado del arzobispado de Buenos Aires en la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso, organismo que coorganizó el encuentro con la comunidad San de Egidio.

Citando a los papas Francisco y Juan Pablo II, el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario de la zona Flores, monseñor Ernesto Giobando SJ, dijo que para que los pueblos sean hermanos la oración debe ascender al cielo con una palabra: paz. Instó a la compasión ante el dolor ajeno y a poner el corazón, las manos y el entendimiento en la construcción de esa hermandad.

El padre Ioanis Argydis, de la Iglesia Ortodoxa Griega del Patriarcado de Constantinopla, recordó la frase de Jesucristo: “Mi paz os dejo, mi paz os doy” e invocó al Señor, en Quien se halla “la única paz legítima y verdadera”.

El rabino Shaul Bonino, de la comunidad judía ortodoxa Jafetz Jaim, saludó a todos con la expresión “Shalom aleijem”, explicando que significa “la paz sea con vosotros”, y el dirigente musulmán Omar Abboud invocó a Dios misericordioso, recordó el encuentro de Francisco y el imán de la Universidad de Al-Azhar  y consideró que cuando hay hambre y cuesta conseguir trabajo, la persona no encuentra paz interior.  

El arzobispo de la Iglesia Apostólica Armenia, monseñor Kissag Mouradian, dijo que no sabía si vamos a encontrar una paz total y duradera, pero invitó a pedirla, a pedir la ayuda de Dios para toda la humanidad.

Marcia Cariola, de la comunidad de Sant’Egidio, y Lucas Pedró, del movimiento Misioneros de Francisco, dieron luego sendos  testimonios. Se entonaron cánticos como “Dichoso el hombre que trabaja por la paz: será llamado hijo de Dios”.

Los presentes, alrededor de un centenar, vieron un video con imágenes del encuentro presidido por el papa Francisco en el Coliseo unas semanas antes. Entre otros se unieron allí al Papa dirigentes religiosos como el patriarca de Constantinopla, Bartolomé; el arzobispo anglicano de Canterbury, Justin Welby; el patriarca armenio Karekin II y  el gran imán de Al Azhar, Al Tayeb. Y también  autoridades políticas de algunas naciones, como los primeros ministros de Alemania, Angela Merkel, y de Italia, Mario Draghi. El video presentó varios testimonios, entre ellos, el del profesor Andrea Riccardi, de la Comunidad San’Egidio.

En el acto de Santa Julia varios jóvenes encendieron velas y hubo un recuerdo para países y regiones en guerras y conflictos. Hubo invocaciones por la paz en Bielorrusia, Nigeria, Etiopía, Venezuela, Corea, Ucrania y otras naciones.

Entre otras personas, estaban el párroco de Santa Julia, monseñor Antonio Aloisio; Marco Gallo y Andrea Poretti, dirigentes de Sant’Egidio; la secretaria adjunta de la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones (CEERJIR), Gloria Williams de Padilla; el padre Claudio Uassouf, que se encarga de relaciones con el islam en la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Arquidiócesis de Buenos Aires (CEDIARZ), y Boris Kalnicki con su esposa.

Luego de la celebración, muchos de los asistentes siguieron dialogando en el patio de la parroquia y algunos compartieron un café en una sala con biblioteca. Florencia Uriburu, colaboradora del curso de formación de líderes para el diálogo interreligioso de Valores Religiosos, comentó como un hecho significativo que al empezar la celebración una paloma cruzó la iglesia de punta a punta  y que no había dejado de sobrevolar sobre todos los participantes dentro del templo. En un amable diálogo, el presbítero  White deslizó, con un deje de humor, que la habían contratado especialmente para la ocasión.+ (Jorge Rouillon)