La comunidad polaca en la Argentina recordó a san Juan Pablo II

  • 25 de octubre, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
Con una misa en la catedral metropolitana y el develamiento de una nueva placa en el monumento al Papa polaco, en presencia de la embajadora de Polonia y del nuncio apostólico.

Con motivo de un nuevo aniversario del inicio del pontificado del papa san Juan Pablo II, y de celebrarse ese día la fiesta del santo pontífice polaco, la comunidad polaca en la Argentina recordó al papa Wojtyla con una misa celebrada en la catedral metropolitana y un acto en el monumento a Juan Pablo II en Avenida del Libertador y Austria.

La Eucaristía en la catedral metropolitana fue presidida por el padre Jorge Jacek Twaróg OFM, rector de la Misión Católica Polaca en la Argentina y contó con la presencia de la embajadora de Polonia, Aleksandra Piatkowska.

“Damos gracia a Dios por san Juan Pablo II, pastor fiel y misericordioso, a quien Dios puso al frente de su Pueblo como pastor de toda la Iglesia”, dijo el padre Twaróg y añadió: “de quien quedarán para siempre en la historia las imágenes del Papa deportista y peregrino, alegre y vivaz, dolorido y enfermo, paciente y siempre amante de los demás”. 

El rector de la misión polaca destacó al “inolvidable pontífice, tan humano y a la vez tan espiritual, tan humilde y a la vez grandioso, tan nuestro y a la vez de Dios y María”, dijo y rogó a Dios que la participación en el sacrificio de la santa misa, “al que Juan Pablo II vivió tan íntimamente unido, nos alcance de Dios la gracia de imitar la piedad y la entrega del amado Papa santo, cuya imagen sigue viva en nuestros corazones”.

El padre Twaróg destacó que “ya pasaron 16 años de su muerte, pero todo el mundo lo sigue recordando” y expresó que ese 22 de octubre 1978, “inició su pontificado, a los 58 años, escribiendo una nueva página de la historia de la Iglesia y de la humanidad”

“Juan Pablo II, subrayó el sacerdote, durante toda su vida proclamaba sin cansancio a Cristo Jesús como su apóstol, proclamaba el Evangelio con sus palabras y con su vida”. 

Y agregó que “para san Juan Pablo II durante todo su pontificado, lo más importante fueron la familia y los jóvenes”.

“La familia, llamada a ser templo y casa de oración. El matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia”. Y animó a los jóvenes a ser "luz y esperanza”, alentándolos a “anunciar a Cristo muerto y resucitado como vencedor del mal y de la muerte”. 

El padre Twaróg citó a Juan Pablo II cuando anunciaba que “el cristianismo no es una opinión, el cristianismo es Cristo, es una persona, es el viviente, sólo Jesús conoce nuestro corazón, sólo Él, que nos amó hasta la muerte, sus palabras son palabras de vida eterna, nadie fuera de Cristo podrá darnos la verdadera felicidad”.

Y concluyó: “El papa Wojtyla vivía como un santo, nos animaba y confirmaba que cada uno de nosotros puede ser santo, porque esa es la vocación de cada ser humano”. 

Acto en el monumento a san Juan Pablo II
En un acto organizado por la Asociación Cultural Argentino-Polaca con su presidente Juan José Okecki y el vicepresidente José Skowron Posluzna, junto con El Hogar Polaco con su presidenta Krystyna Wardyga realizaron el develamiento de una nueva placa en el monumento al papa polaco San Juan Pablo II. 

La placa fue bendecida por monseñor Miroslaw Adamczyk, nuncio apostólico en la República Argentina.

En la ceremonia la embajadora Piatkowska colocó una ofrenda floral ante el monumento y dijo: “Juan Pablo II no solo fue un líder espiritual del siglo XX, sino también una persona que realmente cambió el mundo”. 

“Sus palabras pronunciadas en la inauguración de su pontificado  –“no tengan miedo”– fueron escuchadas en Polonia, en ese tiempo bajo el régimen comunista, y constituyeron el comienzo de los cambios políticos en nuestra Patria”.+