La Veritatis Splendor y las doctrinas tomasianas

  • 11 de julio, 2012
  • Buenos Aires (AICA)
Recientemente se desarrolló en el Vaticano la Asamblea de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino, a la que, además de Mons. Héctor Aguer, asistieron, en calidad de socios ordinarios, dos integrantes de la Sociedad Tomista Argentina: su presidenta, Dra. María Celestina Donadío Maggi de Gandolfi, y el Pbro Dr. Julio Raúl Méndez. Ambos académicos argentinos expusieron en la sesión dedicada a analizar la encíclica Veritatis Splendor con especial referencia a las doctrinas tomasianas que la inspiran.
Recientemente, del 29 de junio al 1 de julio, se desarrolló en la Ciudad del Vaticano la XII Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino, en la que se trató el tema de la Herencia del papa Juan Pablo II como refundador de esta Academia, que había sido creada por el papa León XIII. La doctora María L. Lukac de Stier, secretaria de la Sociedad Tomista Argentina, informó que además de monseñor Héctor Aguer, de cuya exposición informó AICA, también asistieron a la Asamblea, en calidad de socios ordinarios, dos integrantes de la Sociedad Tomista Argentina: su presidenta, doctora María Celestina Donadío Maggi de Gandolfi, profesora de la Universidad Católica Argentina "Santa María de los Buenos Aires" (UCA) e investigadora del CONICET, y el presbítero doctor Julio Raúl Méndez, profesor e investigador, respectivamente, de las Universidades Nacional y Católica de Salta. Ambos académicos argentinos expusieron en la sesión dedicada a analizar la encíclica Veritatis Splendor con especial referencia a las doctrinas tomasianas que la inspiran, juntamente con el teólogo de la Casa Pontificia padre Vojciech Giertych OP, y el ex-decano de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Urbaniana, padre Aldo Vendemiati. En su disertación, la doctora Donadío de Gandolfi reparó en la atención especial que la encíclica Veritatis Splendor presta al aspecto de la "espontaneidad" de la conciencia moral, porque las discusiones teológicas postconciliares han dado lugar a una interpretación "creativa" de la conciencia moral, que se aleja de la posición tradicional de la Iglesia y de su Magisterio. La propuesta de la Veritatis Splendor es de la conciencia "en" la verdad, de forma tal que podemos hablar de una maduración en la "espontaneidad" de la conciencia moral, desde la región inferior de la "espontaneidad moral natural (creativa)", hasta la región superior de la "espontaneidad moral virtuosa". La conciencia moral, en el organismo moral de la persona, es la que opera el pasaje entre una y otra, para así funcionar como espontaneidad moral rectificada. Por su parte, el presbítero Méndez abordó la fundación metafísica de la moralidad como participación del bien, mostrando la manera en que el papa Juan Pablo II incorporó esa doctrina tomasiana en la exégesis de la parábola del joven rico. Particularmente se detuvo en la elaboración especulativa de Santo Tomás y su asimilación de las fuentes filosóficas antiguas y de la patrística en una original formulación, que la Encíclica sintetiza en la noción de teonomía participada.+