Las vírgenes consagradas renovaron su propósito de fidelidad

  • 12 de octubre, 2021
  • Goya (Corrientes) (AICA)
Fue durante el 19º Encuentro Nacional del Orden de Vírgenes Consagradas que se desarrolló de modo virtual. Obispos las alientan a vivir ese preciso carisma tomando el ejemplo de María.

La arquidiócesis de Corrientes y las diócesis de Goya y Santo Tomé tuvieron a cargo la organización del 19º Encuentro Nacional del Orden de Vírgenes Consagradas, que se desarrolló de manera virtual los días 9, 10 y 11 de octubre pasado y cuya charla formativa central estuvo a cargo de María Luisa Öefele, Virgen Consagrada, desde Alemania.

“Mi alma canta la grandeza del Señor… Es la hora de la esperanza”, fue el lema que iluminó el encuentro del que participaron más de 80 vírgenes consagradas.

Las jornadas se enmarcaron en el trienio celebrativo del Orden de Vírgenes en la Argentina, conmemorando y dando gracias por el 50 aniversario de la restauración del Ordo Virginum en el país. Los ejes que acompañan este tiempo son: el camino sinodal, la formación y la diocesanidad. 

La misa de apertura del encuentro estuvo a cargo del obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, quien desde la parroquia San José Obrero desgranó el significado del lema y destacó la "pedagogía la de la Virgen María", al señalar que a través de ella “nos enseña cómo debemos ser como Iglesia y dentro de ella, cada uno, en sus estados de vida”.

El prelado subrayó que vivir la vida consagrada en el Orden de Vírgenes “es vivir este precioso carisma, para que aparezca el Señor, sus maravillas y su grandeza, es saber cantar y alabar las maravillas del Señor”.

“María, la mujer de esperanza, permaneció de pie junto a la cruz, cuando todo hablaba de muerte y destrucción, cuando su Hijo no tenía ni apariencia humana. Ella estuvo ahí porque creía y esperaba en las palabras de su hijo, ella siendo la madre fue la discípula de Jesús y fue la que 'mejor creyó y espero'”, recordó.

“Que lindo que nosotros y ustedes como consagradas nos dejemos mirar por Dios, el Señor miró a cada una de ustedes y vio en lo hondo y profundo, porque ustedes se lo permitieron. Qué lindo es sostener la mirada cuando nos dejamos mirar por el Señor, Él cuando mira ama y, que lindo que encuentre nuestra correspondencia, que al mirarnos nosotros también lo amemos”, agregó.

Monseñor Canecín alentó a “aprender a mirar como Dios nos mira” porque “no siempre nos miramos como Dios nos mira. A veces nos detenemos en la superficialidad o en la apariencia”.

“Si miramos como Dios vamos a descubrir como cada ser humano, sea cual fuera, su lengua, raza o cultura o su color de piel, que es mi hermano y mi hermana, porque es hijo e hija de Dios”, sostuvo haciendo referencia a la carta encíclica Fratelli tutti.

“Aprender a mirar la creación como Dios la mira nuestra Casa Comun, porque está enferma porque nosotros los seres humanos no la miramos como Dios la mira, queremos sacar solo réditos económicos, obsesionados por el dinero y el poder. Si logramos mirar la naturaleza y el Universo como Dios mira, esa mirada permitirá actitudes ecológicas nuevas”, concluyó.

El domingo 10, desde la basílica de Nuestra Señora de Itatí, el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, presidió la celebración eucarística en la que las vírgenes consagradas hicieron la “renovación del propósito de fidelidad”.

En tanto, la celebración eucarística de cierre estuvo a cargo del obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Alejandro Montini.

Cada año, el Encuentro del OVC se realiza en una diócesis diferente. En esta oportunidad, la sede virtual fue Corrientes, uniendo a las tres diócesis de la provincia.+