Mons. Lozano: La buena noticia del consuelo de Dios

  • 5 de octubre, 2021
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo afirmó que no es ni ilusión, ni cliché, ni una frase aprendida de memoria, sino una experiencia para compartir con los hermanos, especialmente con los que más sufren.

“Cuando nos paramos ante un campo con la tierra reseca, enseguida pensamos en la necesidad del agua para dar lugar a fecundar la semilla y desarrollar el fruto. Teniendo en cuenta esta imagen, podemos apelar a ella para reconocer que también atravesamos momentos de ‘sequía espiritual’”, planteó el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano.

“Sabemos que Dios acoge nuestros gozos y esperanzas, pero en algunos períodos esas certezas se oscurecen con la angustia, el desconcierto, la incertidumbre”, agregó en su columna semanal.

El arzobispo sanjuanino reconoció que la pandemia está afectando a todos más de lo que se supone, al afirmar: “La humanidad entera, y nosotros como parte de ella, necesitamos experimentar el consuelo de Dios, su ternura”.

“Esta es la vocación y misión de la Iglesia: ser portadora de una Buena Noticia. Dios vuelve a enviarnos con premura: ‘salgan al cruce de los caminos e inviten a todos los que encuentren’. Nadie queda excluido de esta convocatoria a la cercanía de Dios”, aseguró.

“Dios es amor; lo sabemos. Sin embargo, no siempre lo experimentamos. Corremos el riesgo de quedarnos con esas tres palabras en la cabeza o en los labios, pero sin que pasen y se queden en el corazón”, advirtió.

Monseñor Lozano consideró que “es importante comunicar de modo permanente este tesoro del amor de Dios que nos ofrece su amistad. Pero no es menor la necesidad de una mirada certera acerca del momento actual”. 

“La pandemia puso en evidencia y potenció experiencias de dolor, soledad y pobreza. Silenciosamente nos va invadiendo la sensación de vulnerabilidad y fragilidad. Nos fue sorprendiendo el desaliento de personas que habitualmente son entusiastas y proactivas, y ahora tienen una mirada derrotista y escéptica”, sostuvo.

“En este mundo concreto (no en otro ideal o en el pasado) es en el cual tenemos un anuncio que realizar ‘no podemos callar lo que hemos visto y oído’. Así se expresaron los apóstoles Pedro y Juan cuando después de Pentecostés los jefes de Israel les prohibieron predicar. Se trata de compartir una experiencia que nos cambia la vida”, afirmó, y agregó: “Ciertamente la fe no es un consuelo superficial que maquilla el dolor del tiempo presente. Tampoco es una fuga al intimismo que nos desvincula de los demás”.

Tras citar el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones, monseñor Lozano animó a fortalecer la vocación misionera y a renovarse con la alegría de la fe.+

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