Mons. Ojea destaca la importancia del amor y anima a mantenerse fieles

  • 4 de octubre, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"No hay alegría más grande y más hermosa que mirar a lo largo de la historia todo un camino de fidelidad que va creciendo, es el gran regalo de la vida", destacó el obispo de San Isidro.

El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, inició su reflexión semanal recordando que “Dios es amor y como Dios es amor crea al hombre para el amor, el hombre es creado para amar y ser amado", y citó a san Juan Pablo II, quien decía: "Ninguna criatura humana puede vivir sin amor".

"Podemos vivir sin muchas cosas, pero el amor es constitutivo de nuestra vida y por eso la Biblia se abre con esta creación de la comunión íntima de vida y amor que es el matrimonio; el amor del hombre y la mujer y agregó: “Toda la Biblia es una gran historia de amor", y puntualizó que en la creación "este amor se expresa en el matrimonio, que está atravesado por la fidelidad".

Para hablar del matrimonio la Biblia emplea dos verbos; el hombre abandona y se une. El hombre y la mujer 'abandonan y se unen'. El hombre deja a su padre y a su madre; hay una renuncia cuando se plantea esta unión, hay un modo de crecer a través de la renuncia, si no es un abandono claro no se puede realizar esta unión y luego se une pero no es cualquier unión, la Biblia la describe como una sola carne, una sola carne es como una sola persona, dicho de otro modo, una sola historia”, detalló.

“El hombre y la mujer comienzan a recorrer una sola historia y esa historia está atravesada por la fidelidad. La fidelidad es el amor que a través del tiempo no sólo permanece, sino que va creciendo; es el gran valor de la sagrada Biblia la fidelidad. La Biblia lo pone en Dios en primer lugar.  La fidelidad es como una roca segura en la que el otro puede apoyarse y puede ser sostenido por esa fidelidad, pero al mismo tiempo el perdón y la misericordia forman parte de esa fidelidad”.

Monseñor Ojea señaló que no sólo es un valor bíblico, y trajo a colación La Odisea, de Homero, donde el personaje de Ulises "quiere atarse para ser fiel; se ata al mástil del barco para no ser seducido por las sirenas y poder regresar a su amada Penélope que lo espera. Este era un valor consensuado por la humanidad y lo sigue siendo”.

“Cuando se rompe la fidelidad siempre es un dolor muy grande y el Señor tiene tanta consideración con la posibilidad de que esto se rompa que continuamente nos habla de la misericordia. La misericordia expresada en su relación con la adúltera, en su relación con la samaritana; siempre hay una mirada de Dios cuando esto no se puede sostener, por eso va a decir en el Evangelio de hoy: 'debido a la dureza del corazón de ustedes Moisés les permitió el divorcio' pero esa dureza del corazón forma parte de nuestra fragilidad por eso Jesús en el Evangelio siempre tiene una mirada misericordiosa cuando se falla en la fidelidad porque esto también es humano y a esta realidad también hay que acompañarla”.

Monseñor Ojea invitó a pedirle al Señor y a la Virgen que "nos mantenga fieles", porque "no hay alegría más grande y más hermosa que mirar a lo largo de la historia todo un camino de fidelidad que va creciendo, es el gran regalo de la vida".

"Esa fidelidad que nos hace ser a imagen y semejanza de Dios, un Dios que es amor y nosotros somos imagen de ese Dios que es amor y al que tenemos que imitar”, concluyó.+