Ángelus en Hungría: "El sentimiento religioso es la savia de esta nación"

  • 12 de septiembre, 2021
  • Budapest (Hungría) (AICA)
Al finalizar la celebración de la misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional y su visita a Budapest, el papa Francisco rezó en Ángelus y agradeció a la familia húngara por recibirlo.

El Santo Padre manifestó su agradecimiento a la familia cristiana húngara al concluir su 34° viaje apostólico en el país. Luego de celebrar la misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional y rezar el Ángelus, los exhortó a “recurrir a las fuentes, abriéndose a los sedientos de nuestro tiempo”.

En la oración mariana del Ángelus, expresó: “El sentimiento religioso es la savia de esta nación, tan unida a sus raíces. Pero la cruz, plantada en la tierra, además de invitarnos a enraizarnos bien, eleva y extiende sus brazos hacia todos; exhorta a mantener firmes las raíces, pero sin encerrarse; a recurrir a las fuentes, abriéndose a los sedientos de nuestro tiempo”.

“La ‘Cruz de la misión’ es el símbolo de este Congreso. Que los lleve a anunciar con la vida el Evangelio liberador de la ternura sin límites que Dios tiene por cada uno. En la carestía de amor de hoy, es el alimento que el hombre espera”, expresó y les dijo: “Mi deseo es que sean así: fundamentados y abiertos, arraigados y respetuosos. Isten éltessen!”, completó diciendo en el idioma local, “¡felicidades!”.

Francisco se mostró cercano a la comunidad, destacando sus ritos, historia y la unión con otras confesiones cristianas. Al respecto, expresó su afecto con los presentes: “Saludo de corazón al Patriarca Bartolomé, hermano que nos honra con su presencia. Gracias, en particular, a mis amados hermanos obispos, a los sacerdotes, a los consagrados y consagradas, y a todos ustedes, queridos fieles. Un agradecimiento especial a quienes se han esforzado tanto por la realización del Congreso Eucarístico y de esta jornada”. Asimismo, el papa Francisco manifestó su agradecimiento a las autoridades civiles y religiosas, y a todo el pueblo de Hungría.

El Papa hizo referencia también, a los dos beatos que fueron proclamados en Varsovia: el cardenal Esteban Wyszynski e Isabel Czacka, fundadora de las Hermanas Franciscanas Siervas de la Cruz. “Dos figuras que conocieron de cerca la cruz: el primado de Polonia, arrestado y segregado, fue siempre un pastor valiente según el corazón de Cristo, heraldo de la libertad y de la dignidad del hombre; sor Isabel, que perdió la vista muy joven, dedicó toda su vida a ayudar a los ciegos. Que el ejemplo de los nuevos beatos nos estimule a transformar las tinieblas en luz con la fuerza del amor”.

Francisco concluyó diciendo: “Que la beata Reina, su antigua patrona los acompañe y los bendiga. Mi bendición, desde esta gran ciudad quiere llegar a todos, en particular a los niños y a los jóvenes, a los ancianos y a los enfermos, a los pobres y a los excluidos. Con ustedes y para ustedes digo: Isten, áldd meg a magyart! [¡Que Dios bendiga a los húngaros!]”.+