La comunidad porteña de Nuestra Señora de Montserrat celebró a la patrona de Cataluña

  • 10 de septiembre, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
Con una misa presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor José María Baliña, la parroquia Nuestra Señora de Montserrat celebró el 8 de septiembre sus fiestas patronales.

La comunidad de Nuestra Señora de Montserrat, en la ciudad de Buenos Aires, celebró el 8 de septiembre sus fiestas patronales. La Eucaristía en honor de la patrona de Cataluña, que da nombre a un barrio porteño, estuvo presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor José María Baliña.

Concelebraron el párroco del lugar, presbítero Néstor Martín Panatti; el presbítero Fernando Lambías, capellán del hospital Ramos Mejía; el padre Constancio Erobaldi SCJ, vicario auxiliar de la iglesia San Juan Bautista; y fray Ariel Padilla OP. 

Participó también el director nacional de Culto Católico del Ministerio de Relaciones Exteriores, doctor Luis Gustavo Saguier Fonrouge; la presidenta del Casal Catalunya de Buenos Aires, señora Adriana Rodríguez; el comisario Martin Raich; la presidenta y el representante de la Comisión del Centro histórico de estudios de Montserrat, señora Liliana Massocco y el señor Héctor Maccione, respectivamente.

Directivos, docentes, padres y alumnos de nivel inicial y primario del colegio parroquial se hicieron presentes en la celebración con las banderas de ceremonias. Los niños le regalaron a la Virgen diferentes trabajos. 

En su homilía, el obispo hizo referencia al Evangelio en que María, embarazada, visita a su prima Isabel. Al respecto, consideró que hoy “María sigue trayéndonos a Jesús. Por eso estamos acá. María nos trae a Jesús y nos hace subir la montaña, nos enseña a subir, no se achiquen”, alentó. 

“Cuando nos encontramos con el hermano necesitado, con la hermana que necesita ayuda, está Dios en medio. El amor de Dios nos llena y empezamos a cantar: qué grande que es Dios, mi alma canta la grandeza… Qué grande que Dios está presente, que grande Dios que la llenó del Espíritu a Santa Isabel que se dio cuenta que está llegando el Salvador, que Jesús está acá, a la puerta, llamando, entrando. ¡Qué grande que es Dios!”, exclamó.

“Nosotros también, como María, tenemos que decir: qué grande Dios, mi alma canta la grandeza del Señor y mi espíritu se estremece, no sabe qué hacer para cantar las maravillas que Dios ha hecho en mí. Y nosotros también podemos cantar las grandezas del Señor por lo que ha hecho en nosotros que estamos acá”, destacó. “Y esto recién empieza… podrá hacer muchas más maravillas en nuestras vidas. ¿Creen eso chicos? ¿Sí? ¿Vamos a rezar a la Virgen un Ave María? Dándole gracias que nos viene a visitar, nos viene a traer a Jesús, nos viene a cuidar y hace que nos llenemos también nosotros del Espíritu Santo para cantar las grandezas de Jesús”, invitó. Acto seguido, los presentes regalaron a la Virgen un avemaría.

La liturgia fue acompañada por un coro que entonó los himnos a Nuestra Señora de Montserrat. Al finalizar, la Banda de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo del maestro Jorge Silveira, acompañó la salida del templo de la Virgen. En el atrio, feligreses, parroquianos y vecinos disfrutaron de un espectáculo de luces con fuegos artificiales. 

Historia de la veneración
La veneración a la imagen de la Virgen Morena, cariñosamente “La Moreneta”, fue introducida por inmigrantes catalanes en 1755 al levantar la primera capilla en su honor (en el mismo solar que hoy ocupa el templo declarado patrimonio histórico en 1978) por encargo del chacarero catalán Juan Pedro Sierra. En 1769 la capilla fue consagrada como parroquia.

La zona, en principio de campo y luego quintas (muchas de ellas a cargo de catalanes), estaba poblada mayormente por esclavos: las calles del barrio saben de cánticos y marchas, de carnavales y protestas, también de devotas procesiones religiosas que perduran hasta nuestros días ya que, dada la particularidad de la virgen morena, los esclavos se identificaron con ella y los días 8 de septiembre organizaban procesiones en su honor.+