Emotivo abrazo del Papa a un centenar de refugiados y personas sin hogar

  • 7 de septiembre, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Alegría y emoción en el Atrio del Aula Pablo VI, donde el Santo Padre habló a un centenar de personas invitadas a ver el documental "Francisco"

Este lunes, 6 de septiembre, más de 100 refugiados y personas sin hogar pudieron asistir a la proyección de la película “Francisco” en el Aula Nueva del Sínodo en el Vaticano. Entre los refugiados también estaban dos familias de refugiados de Afganistán recientemente evacuados de Kabul.

La Fundación Laudato si' y el director de la película Evgeny Afineevsky organizaron este acto y el cineasta dirigió su saludo personal a los asistentes. Recordó la historia migratoria de su familia, originaria de Rusia, que luego huyó a Israel y finalmente se instaló en los Estados Unidos.

Al final de la película, el papa Francisco abrazó personalmente a los refugiados en el atrio del Aula Pablo VI.

Cada persona, cada familia, pudo recibir unas palabras de consuelo directamente del Papa, en medio del asombro de los más pequeños, incrédulos al encontrar frente a ellos al protagonista de la película que acababan de ver.

El encuentro con los 20 refugiados afganos
Intensidad y emociones. Estas son las dos palabras con las que se podría resumir el encuentro del papa Francisco con los 20 refugiados afganos recién escapados del caos del aeropuerto de Kabul. El Papa –como precisó un comunicado del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni– les dirigió “palabras de afecto y de consuelo”.

Entre los refugiados había cuatro hermanos de entre 20 y 14 años, que llegaron a Italia gracias al apoyo de la Comunidad de San Egidio. Fueron confiados a un tío que fue expatriado desde hace unos años y que tuvo que abandonar a sus padres, atrapados en campos de refugiados en Irán.

Bismillah, el mayor de los cuatro, contó a Vatican News lo importante que fue para ellos sentirse acogidos, escuchados y comprendidos por el papa Francisco y cómo su presencia esta tarde fue importante para darles una nueva esperanza para el futuro.

Al final del encuentro, los refugiados, en un ambiente festivo y de gran empatía, acompañaron al papa Francisco hasta el coche que lo esperaba fuera del Aula Pablo VI para llevarlo de vuelta a la casa Santa Marta. 

Los organizadores repartieron luego paquetes de alimentos para todos.+