Mons. Delgado habló sobre la Shoah en la Sociedad Israelita

  • 2 de julio, 2012
  • San Juan
El arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, habló en la sede de la Sociedad Israelita de Beneficencia de San Juan, sobre el documento "Nosotros recordamos: una reflexión sobre la Shoah", de la Pontificia Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo. El prelado hizo suyo el pensamiento de Juan Pablo II sobre el papel de la memoria en la construcción de un futuro en el que la iniquidad de la Shoah no vuelva a ser nunca posible. También subrayó la petición papal de que el Señor de la historia guíe los esfuerzos de los católicos y los judíos para que trabajen juntos "por un mundo donde se respeten de verdad la vida y la dignidad de cada ser humano". El presidente de la entidad, abogado Leonardo Siere, destacó que sea el obispo quien explique a la sociedad "la importancia de combatir toda discriminación en general y el antisemitismo en particular".
El arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, habló en la sede de la Sociedad Israelita de Beneficencia de San Juan, sobre el documento "Nosotros recordamos: una reflexión sobre la Shoah", de la Pontificia Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo. El prelado hizo suyo el pensamiento de Juan Pablo II sobre el papel de la memoria en la construcción de un futuro en el que la iniquidad de la Shoah no vuelva a ser nunca posible. También subrayó la petición papal de que el Señor de la historia guíe los esfuerzos de los católicos y los judíos para que trabajen juntos "por un mundo donde se respeten de verdad la vida y la dignidad de cada ser humano". El arzobispo sanjuanino habló el jueves 28 de junio en una reunión del curso de posgrado "Convergencias judeo-cristianas", organizado conjuntamente por la Sociedad Israelita de Beneficencia de San Juan y la Universidad Católica de Cuyo, a través de su Escuela de Cultura Religiosa y Pastoral. El presidente de la Sociedad Israelita, el abogado Leonardo Siere, destacó, más allá de la labor docente del prelado en ese curso, del conocimiento histórico que implica y de su compromiso con esas acciones, "el mensaje que significa que el arzobispo de San Juan sea quien le explica a la sociedad la importancia de combatir toda discriminación en general y el antisemitismo en particular". Señaló "la importancia de que esté en nuestra casa" y le obsequió un cajón de vino preparado y supervisado según normas especiales de cuidado del medio ambiente, responsabilidad social empresaria, etc. Asistieron, entre otros, la rectora de la Universidad Católica de Cuyo, doctora en filosofía María Isabel Larrauri; el presidente del Consejo de Pastores de San Juan, el pastor evangélico José Luis Correa, y el abogado y profesor universitario Alberto Sánchez, miembro del Consejo Argentino por la Libertad Religiosa (CALIR). El curso fue inaugurado el 23 de mayo último por el rabino Abraham Skorka, quien habló sobre el tema: "Unidos en el Libro: Antiguo Testamento, Análisis histórico, origen del pueblo. El sentido espiritual del texto. Convergencia y Hermandad". Al abrir el acto, el presbítero José Juan García ?codirector del curso con el doctor Siere- expresó que no es la primera vez que el arzobispo comparte momentos de reflexión y oración en el lugar del culto de la comunidad israelita y recordó que hace dos años había hablado en la cátedra abierta "Consideraciones sobre el Holocausto: perspectivas filosóficas, antropológicas, sociológicas, teológicas y jurídicas", organizada también por la Universidad y por la Sociedad Israelita. El padre García se refirió a la matriz ideológica neopagana en la génesis de la tragedia del siglo XX. El saludo "Shalom" Monseñor Delgado saludó a todos con una "expresión muy hermosa por la profundidad que tiene, por la convergencia que significa", la palabra hebrea "Shalom", paz. La presencia del arzobispo se extendió durante dos horas y media, en la cual guió la lectura completa y el comentario participativo entre los presentes del documento emitido por la comisión pontificia en 1998, con un breve intervalo para compartir un café con sabrosas medialunas. Señaló que Juan Pablo II esperaba que el documento contribuyera a curar las heridas de las incomprensiones e injusticias del pasado. Aunque observó que el régimen nazi y el antisemitismo como doctrina hundían sus raíces en el neopaganismo, en un enfoque materialista y en la filosofía de Hegel, con una negación de la dignidad de la persona humana, el orador invitó a la reflexión sobre el hecho de que esa tragedia, la Shoah, se haya dado en una Europa de tradición cristiana. Señaló que si bien hubo unos 50 millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial, por combates, hambre, etc. en la Shoah hubo una acción dirigida contra los judíos por el mero hecho de ser judíos, para hacer desaparecer un pueblo de la faz de la tierra, en un acto criminal contra la humanidad. Y señaló que el documento propone una reflexión de orden religioso y moral, no un análisis histórico, sobre esos hechos. Recordó la encíclica Mitt Brenender Sorge, en la cual de Pío XI condenó el racismo nazi en 1937 y por la cual hubo sanciones y ataques a miembros del clero tras haberse leído en las iglesias de Alemania. Mencionó la intervención en su redacción de los obispos alemanes y del cardenal Eugenio Pacelli, luego Pío XII. El arzobispo dijo que cuando la imagen del Creador en cada hombre, en cada mujer, es aplastada, es desfigurada, nos afecta a todos, no importa que sea de qué raza, de qué religión, de qué creencia, de que cultura, de qué país. Hizo notar cómo en distintos regímenes totalitarios se comienza por la desinformación ?y muchos callan por desconocimiento, por indiferencia o por miedo-, para seguir con la restricción de libertades y pasar luego a acciones criminales desde la estructura estatal. Varios presentes participaron en una reflexión sobre la Providencia divina y su relación con la acción libre de los hombres, entre ellos, un periodista judío. Sergio Eiben, y el director de Culto de la Sociedad Israelita, ingeniero Javier Liwsky. Monseñor Delgado mencionó el estrecho parentesco espiritual que la Iglesia tiene con el pueblo judío, que es diferente de la relación que mantiene con cualquier otra religión. Al concluir, el arzobispo señaló la acción deliberada de la KGB, servicio secreto soviético, para crear dudas y confusión sobre la figura de Pío XII, haciendo pie en la obra teatral El Vicario, en los años 60, y destacó la honestidad de investigadores judíos que salieron a aclarar la verdad histórica. El prelado llamó a ahogar el mal en abundancia de bien, a ser transmisores de semillas buenas para la humanidad. "Trabajar como hermanos" El curso, tiene valor académico y es auspiciado por distintas entidades, como la Comisión Justicia y Paz y la Fundación Memoria del Holocausto. En su fundamentación, se dice: "Judíos y católicos estamos llamados a trabajar como hermanos dado que somos creados a imagen y semejanza de Dios, Padre común. Convergencias pretende ser un curso de formación a fin de propiciar en nuestra calidad de creyentes y ciudadanos, un mundo más justo y solidario animado por los valores trascendentes comunes de nuestras tradiciones religiosas". El curso continuará el próximo miércoles 4 de julio con una conferencia del director ejecutivo del Seminario Rabínico Latinoamericano, rabino Ariel Stofenmacher, sobre "Filósofos que leemos juntos", que se dará en la Casa de España, donde funciona una sede de la Universidad Católica de Cuyo. (Jorge Rouillon)+