La arquidiócesis de San Juan de Cuyo tiene un nuevo diácono

  • 19 de agosto, 2021
  • San Juan (AICA)
Monseñor Carlos María Domínguez OAR, obispo auxiliar, destacó el valor ministerial del diaconado como servicio de disponibilidad al pueblo de Dios, al ordenar al seminarista Gabriel Lima.

Monseñor Carlos María Domínguez OAR, obispo auxiliar de San Juan de Cuyo, presidió la ordenación diaconal del Gabriel Lima el pasado 13 de agosto en la catedral San Juan Bautista.

El joven, que se forma en el seminario arquidiocesano Nuestra Señora de Guadalupe y San José, recibió el primer grado del sacramento del Orden, renovando en su corazón el deseo de amar y servir a la Iglesia.

En la homilía, monseñor Domínguez destacó el valor de la vocación diaconal, y expresó que “el diácono no es para el sacerdote, sino para el ministerio. No es una vocación para que te pavonees en el altar como un servicio litúrgico. La Iglesia te hace diácono para que salgas y sirvas a este pueblo de Dios”.

El obispo auxiliar explicó que el diaconado surgió a partir de “un conflicto de murmuración” cuando los griegos se quejaron con los hebreos porque las viudas no eran bien atendidas. 

“Este conflicto les sirve a los apóstoles para que, inspirados por el Espíritu Santo, se den cuenta de que, en esta Iglesia naciente, el Señor empieza a regalar dones, carismas y ministerios”, agregó.

Asimismo, mencionó la esencia del diaconado rescatada por el Concilio Vaticano ll y aconsejó al seminarista: “Es importante que encuentren en vos esta disponibilidad como Jesús. Esto implica que estés siempre dispuesto a que te estropeen la agenda. Abrite, cada mañana, a una entrega de tu vida para dejarte sorprender por los imprevistos de Dios. Esta disponibilidad a veces te va a cansar, pero tiene que ser un cansancio saludable”.

“Jesús te abrió los secretos de su corazón como vos le abriste el tuyo y comenzó una historia de amistad que hoy se plasma en un ministerio. Él te destina para que vayas y des fruto en abundancia”, concluyó el obispo.

Hacia el final, el nuevo diácono agradeció a las comunidades que lo han venido acompañando en el proceso. “Esta vocación se sostiene por la oración de todo el pueblo de Dios”, reconoció Lima. 

Por último, a pedido del obispo, el diácono ofreció su primera bendición a su familia.+