Mons. Ojea: María ayuda a los argentinos a caminar en este tiempo difícil

  • 15 de agosto, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"Virgen Santísima, recibida por Jesús en el cielo, míranos con misericordia, ten compasión de nosotros y acompaña nuestro caminar", le pidió el obispo de San Isidro en al fiesta de la Asunción.

El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, destacó que este domingo los católicos celebran "con inmenso gozo" el día de la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos.

"Jesús recibe en su casa del cielo a su Madre devolviéndole su inmenso favor, ya que ella lo recibió aquí en la tierra, en su corazón en su cuerpo y en Belén; la Virgen dijo el «sí» y con una enorme delicadeza, con ese espíritu hospitalario arrojado a la voluntad de Dios, abandonado en Dios, la Virgen recibía a Jesús y Jesús hoy le devuelve esta gracia. María está para siempre en el cielo junto a Jesús intercediendo por nosotros”, predicó en su reflexión semanal.

“Ella es nuestra Madre, constantemente está presentando a Jesús nuestra vida, nuestra historia, nuestras inquietudes, siempre representamos a María joven porque la vemos joven por la fe, la esperanza y la caridad pero María cuando es 'asunta' al cielo ya es una mujer grande; ha tenido experiencias duras en su vida, ha vivido la muerte de san José, ha padecido el sacrificio de su hijo, se ha quedado con la primera Iglesia compartiendo sus experiencias, ha aceptado ser Madre nuestra”, agregó.

El prelado sanisidrense señalo que “María ha llegado a su madurez. Su corazón se ha dilatado de un modo tan enorme que nos ha recibido a nosotros junto con su hijo para ser nuestra Madre. Allí, al pie de la Cruz, ha aceptado esta nueva maternidad“.

“Por eso nuestras historias están escritas en el corazón de la Virgen, la Virgen conoce cada historia, cada vida; la Virgen va como entretejiendo nuestra vida y ayúdandonos a nosotros entretejerla”, afirmó.

“En este momento difícil, complicado de nuestra Patria y del mundo, ponemos en el corazón de la Virgen todos nuestros nombres, nuestras historias, las personas a las que queremos encomendar, pidiendo que Ella presente estas historias ante Jesús y como Madre alivie el peso de muchas cargas y nos ayude a caminar en este camino duro”, sostuvo.

Monseñor Ojea terminó pidiendo a María: “Virgen Santísima, recibida por Jesús en el cielo, míranos con misericordia, ten compasión de nosotros y acompaña nuestro caminar”.+