El superior general de los jesuitas destaca la vigencia de los Ejercicios Espirituales

  • 1 de agosto, 2021
  • Manresa (España) (AICA)
"Seguramente lo mejor que los jesuitas y los herederos y amigos de esta espiritualidad podemos ofrecer a los demás", sostuvo el padre Arturo Sosa SJ, al presidir la misa en el santuario de Manresa.

El superior general de la Compañía de Jesús, padre Arturo Sosa SJ, presidió el 31 de julio la fiesta patronal en honor de san Ignacio en la localidad española de Manresa, donde hace 500 años, en una cueva el santo vivió una experiencia fundamental.

En la homilía de la misa celebrada en el santuario de la Cueva de San Ignacio, donde el santo encontró la inspiración para la experiencia de los Ejercicios Ignacianos, el padre Sosa consideró que son "seguramente lo mejor que los jesuitas y los herederos y amigos de esta espiritualidad podemos ofrecer a los demás".

"Es un tesoro permanentemente para desenterrar, donde se conjugan admirablemente y de manera siempre nueva la letra y el espíritu del texto ignaciano con la peculiaridad y circunstancias propias de la persona que los hace", sostuvo.

El padre Sosa animó a todas las casas de retiros de los jesuitas del mundo a "que no se cansen de ofrecer los Ejercicios en todas las modalidades previstas en la intención de su autor y que oportunamente se están estudiando, una vez más, con motivo del Año Ignaciano".

"La práctica, el conocimiento y la renovación de los Ejercicios Espirituales que impulsó hace más de cincuenta años el siervo de Dios Pedro Arrupe siguen vigentes hoy más que nunca, precisamente cuando recordamos cómo nacieron", afirmó, y agregó:  “Muchos rasgos de la Compañía de Jesús y de lo que hoy conocemos como espiritualidad ignaciana dependen de Manresa”.

Manresa se unió a las celebraciones del Año Ignaciano que conmemora el 500 aniversario de la conversión de Ignacio y de su llegada a esa ciudad catalana. Por ello, el superior general de los jesuitas abrió la Puerta del Jubileo en la Santa Cueva y bendijo unos mosaicos con piedras del mundo del reconocido artista jesuita Marko Rupnik que decoran el santuario desde hace pocos meses.+