Mons. Ojea: "Darle al Señor nuestro tiempo, talento y bienes"

  • 24 de julio, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro invitó a pedirle a Dios "tener ese corazón grande de poder poner todo a su disposición", al considerar que al hacerlo se resolverían tantos problemas que hoy angustian.

El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, recordó que “en el Evangelio del domingo pasado contemplábamos la empatía de Jesús con la multitud que lo seguía y el Señor los ve como ovejas sin pastor, se compadece de la multitud y se queda enseñándoles largo rato”.

“En el texto del Evangelio de san Juan, el Señor ve a la multitud y piensa en sus necesidades primarias, piensa en su necesidad de alimentarse, han pasado un día al frío escuchándolo; el Señor ha estado curando a los enfermos y ahora Él piensa en cómo se van a alimentar entonces y le dice a Felipe: “¿Dónde compraremos pan para dar de comer a esta multitud?”, agregó en su reflexión dominical.

El prelado sanisidrense señaló que “los apóstoles en el fondo tenían deseos de que el Señor despidiera a la multitud, tenían el deseo de que ese tema del hambre y del comer cada uno se arreglará como pudiera, que cada uno lo viera" y relato: "Felipe le va a contestar algo con la típica lógica del mercado: doscientos denarios no alcanzarían para alimentarlos un poco. Jesús trae otra lógica que supera a la lógica del mercado, que es la lógica del dar, del entregar. Fijémonos, Tomás aparece y dice: 'acá hay un niño que tiene cinco panes y dos peces'. Este niño está dispuesto a dar todo lo que tiene, está dispuesto a poner a disposición del Señor lo poquito que tiene".

"Cuando nosotros ponemos a los ojos del Señor lo poquito que tenemos, pero todo lo que tenemos, Él es capaz de multiplicarlo y eso es lo que pasa en este texto del Evangelio. En seguida el Señor los hace sentar y les demuestra que si cada uno puede ofrecer todo lo que tiene, si pudiéramos darle al Señor nuestro tiempo, nuestro talento y nuestros bienes, se resolverían tantos problemas que hoy nos angustian; pero preferimos alejarlos de ellos y que cada uno se arregle como pueda. Comieron bien, se sintieron comunicados; esto es una imagen de la Eucaristía, esto está preanunciando de alguna manera la Eucaristía. Comieron tanto que sobraron 12 canastas”, puntualizó.

“Nos podemos preguntar cuánta comida sobra entre nosotros, cuánta comida sobra en nuestras ciudades, podemos preguntarnos esto comparado con la enorme necesidad de alimento que hay en el mundo y que también existe en nuestro país”, planteó.

Por último, monseñor Ojea rezó: “Pidámosle al Señor tener ese corazón grande de poder poner todo lo que tenemos a su disposición, tiempo, talento y bienes, no por realizar una acción heroica sino porque sabemos que si esto lo ponemos en las manos del Señor, él es capaz de multiplicar todo lo que le ponemos delante”.+