No habrá atención pastoral en las iglesias durante los Juegos Olímpicos

  • 14 de julio, 2021
  • Tokio (Japón) (AICA)
La arquidiócesis de Tokio decidió adoptar medidas estrictas para que el evento deportivo no contribuya a la propagación de la nueva ola de Covid-19 que afecta al país.

El área metropolitana de Tokio se encuentra nuevamente en estado de emergencia para detener la nueva ola de Covid-19. La medida coincide con el tiempo de las Olimpiadas que comienzan el 23 de julio y se desarrollarán sin la presencia de público. 

El estado de emergencia durará hasta el 22 de agosto. Y dado que los Juegos Olímpicos terminarán el 8 de agosto, esto significa que se ejecutarán durante toda la duración de los Juegos Olímpicos.

En esta situación, el arzobispo de Tokio, monseñor Tarcisio Isao Kikuchi, pide a los deportistas olímpicos y a los miembros de su personal que se abstengan de visitar las iglesias. 

“Hubiéramos querido que cada parroquia pudiera atender las necesidades espirituales de los que vienen a Japón. Pero en la situación actual, la prioridad sigue siendo no transmitir la enfermedad”, señaló el arzobispo en un mensaje a los fieles.

En el texto, el prelado explica que en las iglesias de Tokio siguen vigentes las disposiciones que se establecieron el 20 de junio. Entre ellas, que durante las celebraciones solo podrá ingresar al templo un número limitado de personas registradas en la parroquia y que estas se ubicarán de manera espaciada, la indicación a los ancianos y enfermos de rezar desde casa (con la dispensa de la obligación del precepto dominical), la invitación a realizar todas las reuniones parroquiales de manera virtual y la colocación de barreras transparentes entre el sacerdote y el penitente para la confesión. 

Monseñor Kikuchi invita a los atletas y equipos que llegarán a Japón a que se abstengan de visitar las iglesias, explicando que el principio rector que ha seguido la Iglesia de Tokio durante la pandemia siempre fue "no contagiarse y no permitir que otros se contagien". 

Por último, recuerda la preocupación de la Iglesia por permanecer cerca de los necesitados, con especial atención a los que sufren las consecuencias de la crisis provocada por la pandemia.

Los Juegos Olímpicos de Tokio comienzan el 23 de julio y los Paralímpicos el 24 de agosto. Estos se desarrollarán en distintos lugares, pero sobre todo en el área metropolitana de Tokio y con la declaración del estado de emergencia se dispuso que las competencias se realicen sin la presencia del público. Sin embargo, la llegada de los atletas y sus equipos provenientes de todo el mundo hace temer un posible aumento del número de casos de coronavirus.

Cuando comenzó la organización de este evento internacional la arquidiócesis de Tokio había considerado la posibilidad de que cada parroquia se ocupara de las necesidades espirituales de la gran cantidad de personas que vendrían a Japón. Pero ahora hemos decidido cancelar todos esos planes y, por lo tanto, no habrá ninguna participación especial por nuestra parte en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. 

Además, a las personas que lleguen al área metropolitana de Tokio durante este período se les proporcionará información sobre las medidas de prevención adoptadas en las parroquias contra el covid-19 y se les pedirá que se abstengan de visitar las iglesias.

El arzobispo se refirió además a la campaña de vacunación que sigue avanzando: “Yo mismo fui vacunado al igual que el Santo Padre. Pero sobre este tema cada uno tiene que tomar sus propias decisiones. Por otra parte, no estamos considerando la idea de que estar o no vacunado se convierta en un criterio para permitir la participación en la misa”, indicó.

“En estos momentos de dificultad, concluye el arzobispo de Tokio, ponemos una vez más nuestra confianza en el Señor Jesús que nos ha prometido "estaré con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos" y reafirmamos nuestro vínculo espiritual en el único cuerpo que tiene al Señor como centro”.+