ACDE: Hacia una cultura del encuentro y más trabajo para los argentinos

  • 30 de junio, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
Con el lema "Hacia un capitalismo más humano", el 30 de junio comenzó el XXIV Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).

Con el lema “Hacia un capitalismo más humano”, en la mañana del 30 de junio comenzó el XXIV Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Ignacio Gorupicz, presidente del encuentro. “Todos tenemos el mismo sueño para la Argentina: una sociedad y una economía donde haya un lugar digno para todos”, expresó.

“El desafío que tenemos como país es la falta de encuentro. Nos está costando esa unión de voluntades libres para construir ese sueño común que es la Argentina”, reconoció. En ese sentido, planteó que la dificultad está en “ver más allá de las etiquetas”. Y llamó a “integrarnos de forma muy inteligente al mundo” al mismo tiempo que “vivir con los activos y posibilidades que tenemos, que son muchos”.

“Lo opuesto a la igualdad de oportunidades es la corrupción”, señaló. Y llamó a “mirar menos al pasado y más al futuro” y a “ofrecer un camino concreto a transitar”, mediante la generación de trabajo, porque “más trabajo es menos pobreza y más inclusión”, teniendo en cuenta lo complejo de ese desafío. Por eso, llamó a “no bajar los brazos y sostenernos mutuamente”.

Además destacó el ejemplo de Enrique Shaw “un militante en espíritu, en valores y en verdad”. Y animó a los presentes a buscar juntos la forma de generar trabajo en la Argentina.

El papa Francisco se hizo presente en el encuentro a través de un videomensaje en el que invocó a Enrique Shaw, a quien pidió que “los acompañe en este encuentro y los haga progresar”.

El Santo Padre llamó a una economía social y a “volver a la economía de lo concreto: la producción, el trabajo de todos, las familias, la patria, la sociedad, lo concreto”.

“Ir hacia el bien común, con el gesto de crear empleo”, exhortó. “Claridad, transparencia y producción. Invertir”, insistió. “E ir creando confianza social”, porque “es muy difícil construir sin confianza social”. 

Expositores
El primer panel, “La mirada cristiana de la economía y la sociedad”, contó con la participación de Marina Dal Poggeto, de EcoGo; Roberto Vassolo, economista del IAE Business School; y el padre Agustín Zampini SJ, secretario del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Vaticano.

El padre Augusto Zampini, desde Roma, recordó los comienzos del Siglo XXI, “comienza con una gran crisis financiera, que afectó sobre todo a los más pobres, e hizo de toda nuestra globalización algo muy débil”. Además, se refirió a la crisis ecológica, cultural y de los derechos, y también de falta de unidad política.

“Todo eso se convirtió en un combo difícil, producto de un modelo de desarrolló que generó inequidad y destrucción ambiental”, señaló.

Esta situación, reconoció “se exacerbó con el Covid”, que aumentó la crisis social, económica, política y ecológica. “Esta mentalidad extractivista, consumista y de desecho –que no es la cristiana- mostró que no es apta para generar una economía inclusiva y sustentable”.

Ante esto, llamó a tomarlo como una oportunidad “para soñar en grande”, para “ir a las causas”. La mirada de la Iglesia “es un discernimiento que apunta a una cultura del encuentro, y toda nuestra sociedad debería ayudarnos a hacernos prójimos del otro para vivir en una sociedad en paz y próspera”.

Para ello llamó a una buena economía; a buenas políticas, capaces de reformar instituciones, y de coordinarlas y dotarlas de mejores prácticas para superar los vicios. Con una visión amplia, no cortoplacista, valiente, honesta y transparente, abierta para promover el diálogo, y complementaria con la economía, no dominada por ella pero en buena relación, para ponerse al servicio de la vida; y a una buena gobernanza.

Para ello, destacó la importancia del diálogo, de conversaciones heroicas, que fomenten una cultura del encuentro. 

Desde el Vaticano, explicó, el aporte es invertir en los jóvenes que pueden generar una economía distinta. Para ello, la red Economía de Francesco está trabajando con 3.000 jóvenes en una mirada cristiana de la economía.

También llamó a apoyar a los líderes que pueden producir un cambio hoy. “Hay que trascender las dicotomías entre burocracias estatales y empresarios economistas”, advirtió.

El Covid-19, reconoció, “vino a demostrar que todos necesitan del Estado para salir, y el Estado necesita de todos”. Finalmente llamó a invertir, no sólo en dinero, sino en tiempo de diálogo y tiempo de encuentro.+