El Papa: No seamos "espectadores" sino "protagonistas" del Evangelio

  • 29 de junio, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
A ejemplo de los apóstoles Pedro y Pablo "No ser admiradores, sino imitadores de Jesús", pidió el Papa durante el rezo del Ángelus este martes 29 de junio.

Tras haber celebrado, en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, la Misa en la basílica vaticana con la bendición de los Palios para los nuevos arzobispos, el papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus asomado desde la ventana del Palacio Apostólico.

Reflexionando sobre el Evangelio de hoy, en el que Jesús lanza una cuestión crucial a sus discípulos haciendo la pregunta: «Y ustedes, ¿Quién dicen que soy yo?», el Santo Padre explica que también nosotros estamos llamados a hacernos ese mismo planteamiento respondiendo en nuestro corazón “¿Quién es Jesús para mí?”. 

El pontífice señaló que el Señor también pregunta a los discípulos: “¿Quién dice la gente que soy yo?”, y en este contexto marca la diferencia entre ambas cuestiones, una diferencia que para el Papa es fundamental para la vida cristiana, ya que "hay quienes se quedan en la primera pregunta, en las opiniones, y hablan de Jesús; y hay quienes, en cambio, le hablan a Jesús, ofreciéndole la vida, entrando en relación con él, dando el paso decisivo".

Francisco destaca que esto es, precisamente, lo que a Jesús le interesa "estar en el centro de nuestros pensamientos, ser el punto de referencia de nuestros afectos; ser, en definitiva, el amor de nuestra vida".

Y como ejemplo el Santo Padre cita a los santos que celebramos hoy, Pedro y Pablo, quienes dieron este paso y se convirtieron en testigos.

“No eran admiradores, sino imitadores de Jesús. No eran espectadores, sino protagonistas del Evangelio. No creyeron de palabra, sino con obras. Pedro no hablaba de misión, era pescador de hombres, Pablo no escribió libros cultos, sino cartas vividas, mientras viajaba y testificaba. Ambos gastaron su vida por el Señor y por sus hermanos”

Asimismo, el Papa pone en guardia sobre el riesgo de querer demostrar la existencia de Dios, solo mediante pareceres y opiniones, teniendo grandes ideas y diciendo palabras bonitas, pero nunca poniendo en juego nuestras vidas.

“¡Cuántas veces, por ejemplo, decimos que nos gustaría una Iglesia más fiel al Evangelio, más cercana al pueblo, más profética y misionera, pero luego, en la práctica, no hacemos nada! Es triste ver que muchos hablan, comentan y debaten, pero pocos dan testimonio. Los testigos no se pierden en palabras, sino que dan frutos. No se quejan de los demás ni del mundo, empiezan por sí mismos. Nos recuerdan que Dios no ha de ser demostrado, sino mostrado; no anunciado con proclamas, sino testimoniado con el ejemplo”

Por otra parte, Francisco, puntualizó que, al mirar la vida de Pedro y Pablo, puede surgir una objeción: "ciertamente fueron testigos, pero no siempre ejemplares: Pedro negó a Jesús y Pablo persiguió a los cristianos".

Sin embargo, aseveró el pontífice, aquí está el punto, porque ambos también testimoniaron sus caídas.

“San Pedro podría haber dicho a los evangelistas: 'No escriban los errores que cometí'. Pero no, su historia sale sin ambages de los Evangelios, con todas sus miserias. Lo mismo dígase de san Pablo, que en sus cartas habla de errores y debilidades. Aquí es donde comienza el testigo: desde la verdad sobre sí mismo, desde la lucha contra su propia doblez y falsedad”

Finalmente, el Papa recordó que el Señor nos sigue interpelando cada día y que puede hacer grandes cosas a través de nosotros cuando somos transparentes con Él y con los demás:

“Su pregunta: ¿Quién soy yo para ti?, nos excava dentro. A través de sus testigos, Pedro y Pablo, nos estimula a quitarnos las máscaras, a renunciar a las medias tintas, a las excusas que nos vuelven tibios y mediocres. Que Nuestra Señora, Reina de los Apóstoles, nos ayude en esto y encienda en nosotros el deseo de dar testimonio de Jesús”.+