Francisco: La pandemia empuja a católicos y ortodoxos hacia la unidad plena

  • 28 de junio, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa recibió a la delegación del Patriarcado Ecuménico en Roma con motivo de la fiesta de los santos Pedro y Pablo.

El papa Francisco recibió esta mañana la ya tradicional visita de una delegación del Patriarcado Ecuménico a Roma con motivo de la fiesta de los santos Pedro y Pablo. Ocasión para que el pontífice propusiera un relanzamiento del diálogo entre las Iglesias hermanas.

“Inaugurar una nueva fase de relaciones” entre católicos y ortodoxos que tiene como objetivo la plena comunión”, expresó Francisco.

La delegación ortodoxa se encuentra en Roma como parte del tradicional intercambio de delegaciones para las fiestas de sus respectivos patrones: el 29 de junio en Roma para la celebración de los santos Pedro y Pablo y el 30 de noviembre en Estambul para la celebración de San Andrés. 

En el discurso dirigido a la delegación encabezada por el metropolitano Emmanuel, debido a la incapacidad del Patriarca Bartolomé para moverse, Francisco volvió al concepto de que las crisis también son oportunidades. 

“Este año -dijo- celebraremos a los santos Pedro y Pablo mientras el mundo todavía está luchando por salir de la dramática crisis causada por la pandemia. Este flagelo fue un banco de pruebas que golpeó a todos y a todo”. 

El Papa añadió: “Más grave que esta crisis solo es la posibilidad de desperdiciarla, sin aprender la lección que nos da. Es una lección de humildad, que nos enseña la imposibilidad de vivir sanos en un mundo enfermo y de seguir como antes sin darnos cuenta de lo que estaba mal”.

E incluso ahora “el gran deseo de volver a la normalidad puede enmascarar la absurda pretensión de apoyarse nuevamente en falsas seguridades, hábitos y proyectos que apuntan exclusivamente a ganarse y perseguir los propios intereses, sin ocuparse de las injusticias planetarias, del grito de los pobres y la precaria salud de nuestro planeta”.

En cuanto a los cristianos, continuó el Papa, estamos “seriamente llamados a preguntarnos si queremos volver a hacer todo como antes, como si nada hubiera pasado, o si queremos asumir el desafío de esta crisis”.

“Tomar la crisis en serio”, subrayó, para los cristianos significa “un camino hacia la plena comunión”. “Toda crisis nos presenta una encrucijada y abre dos caminos: el de encerrarse en uno mismo, en la búsqueda de la propia seguridad y oportunidades, o el de abrirse a los demás, con los riesgos que conlleva, pero sobre todo con los frutos de la gracia que Dios garantiza“.

Derribar viejos prejuicios
“Queridos hermanos ¿no ha llegado el momento de dar, con la ayuda del Espíritu, un mayor impulso a nuestro camino para derribar viejos prejuicios y superar definitivamente las dañinas rivalidades?”, expresó Francisco.

“Sin desconocer las diferencias, precisó el pontífice, que se superarán a través del diálogo, en la caridad y en la verdad, no podríamos inaugurar una nueva etapa de relaciones entre nuestras Iglesias, caracterizada por caminar más juntos, por querer dar pasos reales hacia adelante, por sentirnos verdaderamente corresponsables el uno para el otro”.

El Santo Padre animó a ser “dóciles al amor y el Espíritu Santo, que es el amor creador de Dios y armoniza la diversidad, abrirá el camino a una fraternidad renovada. El testimonio de una creciente comunión entre nosotros, los cristianos, será también un signo de esperanza para muchos hombres y mujeres, que se sentirán animados a promover una fraternidad y una reconciliación más universales capaces de reparar los males del pasado. Es la única forma de abrir un futuro de paz “.

“Un buen signo profético será también la colaboración más estrecha entre ortodoxos y católicos en diálogo con otras tradiciones religiosas”, concluyó el Papa.

La delegación, encabezada por el metropolitano Emmanuel de Calcedonia, acompañada por el metropolitano de Buenos Aires el diácono Iosif Barnabas Grigoriadis, tras reunirse con el Santo Padre visitó el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y mañana 29 de junio asistirá a la misa presidida por Francisco.+