Myanmar: Atacan una aldea y secuestran a siete sacerdotes

  • 18 de junio, 2021
  • Naipyidó (Myanmar) (AICA)
Fuerzas militares del país asiático incendiaron viviendas en la aldea de Kin Ma, donde un religioso fue detenido e interrogado por más de 11 horas hasta ser liberado. Otros seis fueron secuestrados.

El Tatmadaw (el ejército birmano) continúa con sus ataques a templos cristianos y persecusión a religiosos y civiles, tras el golpe militar en Myanmar, mientras que la Iglesia local insiste en su llamado a la pacificación del país asiático.

Este miércoles 16, un sacerdote católico fue secuestrado y tras interrogarlo durante 11 horas fue dejado en libertad. Se trata del padre Michael Aung Ling, párroco de la iglesia de Hakha, detenido por su presunto apoyo a las fuerzas de la resistencia en el municipio de Kanpetlet, estado de Chin. Fue liberado tras obligarlo a firmar un documento en el que declaraba su compromiso de no apoyar a grupos o movimientos que se opongan al ejército.

Además, seis sacerdotes y otra persona corrieron la misma suerte: fueron secuestrados en una aldea de Mandalay, acusados ??de ayudar a jóvenes rebeldes.

El 15 de junio, las fuerzas del ejército incendiaron la aldea de Kin Ma, en la región de Magway, en el centro del país, lo que dejó al menos dos ancianos muertos atrapados en sus casas. Los habitantes locales contaron a Reuters lo sucedido, mientras que la televisión estatal del país afirmaba que el incendio había sido provocado por "terroristas". Para los medios de comunicación del régimen, los periódicos que informan de noticias diferentes "conspiran para desacreditar a los militares".

Según los habitantes de Kin Ma, los soldados incendiaron el pueblo tras los enfrentamientos entre los militares y las milicias locales, que se oponen a los generales golpistas. De las más de 200 casas que componían el pueblo, sólo quedan en pie 30; la mayoría de la población se está refugiando en los bosques para escapar de la violencia.

En los días previos al hecho, las fuerzas de la Junta asaltaron algunas aldeas de la zona de Tabayin, abriendo fuego sobre los civiles tras cortar la electricidad.

Según The Irrawaddy, estos hechos fueron ocasionados como una venganza de los soldados tras el asesinato de las hijas de un informante.

“Hay un gran desánimo y tristeza. Vivimos con mucha preocupación por la violencia que continúa y por la guerra civil que se extiende. El episodio de la destrucción de la aldea de Kin Ma, en el municipio de Pauk, ha dejado a todo el mundo conmocionado y atónito. La nación necesita paz y la población civil está sufriendo mucho ”, dice a la Agencia Fides el padre Peter Htwal Sei Myint, sacerdote católico de la arquidiócesis de Mandalay.

“El ejército culpa a los grupos de resistencia de las Fuerzas de Defensa del Pueblo, pero la población acusa al ejército de ejercer la violencia sobre los civiles también en sangrientos episodios. Es una situación muy grave y dolorosa la que vive nuestro país. Rezamos y pedimos a todas las partes implicadas que respeten la dignidad humana y preserven a los débiles y vulnerables ”, señala el religioso. +