Mons. Canecin: "Confiar en el corazón de Jesús y abandonarnos en sus manos"

  • 15 de junio, 2021
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya presidió la misa por la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús en el hospital "Camilo Muniagurria", donde rezó por los afectados de Covid-19, sus familias y el personal de salud.

En la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, monseñor Adolfo Canecín, obispo de Goya, celebró la misa en el hospital "Camilo Muniagurria", de esta ciudad correntina, donde hizo un llamado a la corresponsabilidad individual y comunitaria, a la que "a algunos les cuesta entender" en este tiempo de pandemia.

La misa, que fue transmitida por la página oficial del obispado, se celebró para rezar por los afectados del Covid-19, sus familias y el personal de los centros de salud, y se pidió especialmente, por los que están en el Hospital de Campaña.

La liturgia estuvo a cargo de la Pastoral de la Salud de la parroquia San José Obrero.

Al final de la celebración eucarística, monseñor Canecín recorrió el hospital e ingresó a diversos sectores bendiciendo con el Santísimo Sacramento.

En su homilía, el prelado goyano destacó la labor del personal de salud, que legítimamente se "cansan" y alentó a poner su confianza en Dios. También pidió que el Espíritu Santo les otorgue el descanso para luego servir en tan importante misión.

"Queremos pedir por todos los trabajadores esenciales, que tienen el mismo temor que tenemos nosotros. A veces, con mayor temor, porque tienen más conocimiento de la ciencia y pueden dimensionar mejor lo delicado y gravedad de las cosas", expresó.

"Quiero pedir por el cansancio que es legítimo, para que con esta misa Dios descanse a todos", a los profesionales y enfermeras o enfermeros que "están poniendo todos sus esfuerzos" enfatizó.

Monseñor Canecín advirtió "conductas" de personas que parecen que "aún no les ha caído la ficha de que tenemos que cuidarnos y cuidar a los demás" e instó a "velar por el bien común".

"Eso parece que no ha calado en la totalidad de la sociedad" dijo aludiendo al incumplimiento de las disposiciones sanitarias, teniendo en cuenta que Goya se encuentra en fase 2.

Monseñor Canecin agradeció al personal de salud porque “ustedes están entregando sus vidas” y los alentó a invocar al Espíritu Santo porque "los que esperan en Jesús, como las águilas, levantarán sus alas, volarán y no se cansarán" porque "nuevas fuerzas tendrán los que esperan en Jesús".

"Quiero rezar por el don del discernimiento para las autoridades competentes, ya sean civiles, sanitarias o quienes integran el comité de crisis, quienes tienen la delicada tarea de discernir las medidas que se deben tomar y tienen que tener una mirada bien amplia que contemple a la totalidad de la comunidad, no solo a un sector o a un aspecto para así buscar el bien común", sostuvo.

El prelado rezó “por aquellos hermanos nuestros que por algún motivo les cuesta entender el sentido de la corresponsabilidad" porque "a veces por buscar un rato personal, terminamos generando situaciones que después repercuten en los demás".

Asimismo, pidió por los enfermos de Covid: "Padre Dios, en el nombre de Jesucristo te pedimos que derrames tu Espíritu Santo, que sople fuerte el viento en los pulmones de nuestros hermanos".

Monseñor Canecin recordó que "la ciencia va avanzando" pero llega un momento en que "se siente impotente" y remarcó que "para Dios nada es imposible".

En el día del Sagrado Corazón de Jesús, el obispo instó a "reclinarnos ante el corazón de Jesús como hizo Juan el apóstol, para escuchar los latidos de amor de Jesús".

"El corazón de Jesús late amor por todo ser humano y nunca nos va a retirar su amor. Tenemos que confiar en el corazón de Jesús y abandonarnos en sus manos". 

Luego animo a vivir lo que el Papa nos dice en la carta encíclica Fratelli tutti y saber que "todo ser humano es mi hermano".

"Tenemos que amar a la manera de Jesús" porque lo más "revolucionario y transformante de la realidad es poder tener un corazón como el de Jesús". 

Continuó señalando "la devoción al Sagrado corazón de Jesús es el inicio a una nueva realidad porque si soy capaz de amar y tener un corazón nuevo, como el de Jesús, será un corazón saludable, que late de amor por Dios Padre, por la Virgen madre y por cada ser humano".

El obispo de Goya concluyó pidiendo a Jesús "un corazón semejante al tuyo y decir en Vos confío. Te entrego todo".+