OSDA UCA: Pobreza, indigencia, desempleo y angustia

  • 10 de junio, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
El Mapa de la Pobreza revela un claro aumento de pobres e indigentes. Más de la mitad de los niños son pobres, y en el conurbano bonaerense, casi el 75%. Uno de cada cuatro no come todos los días.

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA) presentó junto con Cáritas Argentina el informe “Un rostro detrás de cada número. Radiografía de la pobreza en la Argentina”, que refleja un análisis exhaustivo de la grave situación social que atraviesa el país y las políticas sociales desplegadas para atender la emergencia.

La presentación virtual del estudio estuvo a cargo de Agustín Salvia, director del ODSA-UCA y de Ianina Tuñón, coordinadora del programa Infancia del ODSA-UCA, y Solange Rodríguez Espínola, coordinadora del programa Desarrollo Humano (ODSA-UCA).

El informe muestra un claro aumento, no sólo en los niveles de pobreza, sino también en los de indigencia. Caen en la pobreza familias que siempre tuvieron trabajo, pero que hoy no les alcanzan sus ingresos. Nuestra infancia se ve particularmente afectada por esta situación: en la Argentina, más de la mitad de los chicos son pobres, porcentaje que alcanza casi el 75% en el Conurbano bonaerense y otras zonas del país. En estos lugares, de cuatro chicos que se sientan a una mesa, sólo uno come todos los días.

Asimismo, revela que cayó el empleo formal. Y las medidas sanitarias afectaron, con mayor fuerza, a quienes contaban con empleos precarios y a los trabajadores de la economía informal.

Junto con la pobreza material crecieron considerablemente las múltiples consecuencias psicológicas y afectivas, provocadas por la enorme presión emocional que se genera tanto por la enfermedad, como por las medidas asumidas para afrontarla. 

La escuchada frase “la gente no da más” se traduce en una enorme necesidad de contención psicológica. Cáritas también es el oído y el corazón que está acompañando a estas personas, porque los más afectados son los más vulnerables.

Salvia subrayó que el 41,9% de la población urbana es "pobre multidimensional, es decir que son pobres por ingresos y por carencias" y agregó que "el 25 % está en una pobreza multidimensional estructural". Puntualizó que la tasa de indigencia se sitúa en un 10,1% en 2020, pero que hubiese sido del 11,6 % sin el programa Alimentar, del 18,3 % sin el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) instrumentado en el marco de la pandemia, del 20,2% sin la tarjeta ni IFE; del 24,9% sin esas dos herramientas más la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros programas, y del 27,9% sin los ítems anteriores y las pensiones no contributivas.

En cuanto a la tasa de pobreza, el referente del ODSA indicó que en 2020 se ubicó en el 44,2%, y puntualiza que hubiese llegado al 53,1% de las personas sino se hubiera implementado la tarjeta Alimentar, el IFE, la AUH y las pensiones no contributivas.

"Las desigualdades persisten, planes como el Jefas y Jefes, tarjeta Alimentar o el IFE fueron pensados para escenarios de emergencias. El problema es que las emergencias en la Argentina se vuelven estructurales. Se pensó que no iban a ser necesarios en el marco de una reactivación económica, pero eso no sucedió", planteó.

"Se necesitan medidas estructurales, empezar con el diálogo de los diferentes, ese sería un cambio estructural en la Argentina, que distintas miradas se puedan poner en la mesa para abordar los problemas que tenga la sociedad, y no para discutir de ideología, sino sobre los problemas sociales. El diálogo es urgente porque la catástrofe puede ser mayor", aseveró.

En el capítulo "La Infancia en Riesgo", un gráfico sobre "Inseguridad alimentaria y asistencia alimentaria gratuita en espacios escolares y comunitarios", muestra que el 34,3% de los niños entre 0 y 17 años sufrieron inseguridad alimentaria total en 2020 y el 15,6 inseguridad alimentaria severa.

Asimismo, el 46% recibió en 2020 alimentación gratuita en comedores, escuelas u otros espacios. De este porcentaje, el 9,12% recibió ayuda alimentaria directa, el 22,8% ayuda con la Tarjeta Alimentar y el 14,04% ambas asistencias.

"Los programas de alimentos y de transferencia de ingresos como la tarjeta Alimentar tuvieron más cobertura en los niños de entre 0 y 4 años. A medida que crecen van teniendo menos cobertura", detalló Tuñón.

"El 72% de las clases más aventajadas tuvieron mayor conectividad con sus docentes a través de plataformas, pero la mayoría de los chicos se conectaba a través de las redes sociales en lugar de hacerlo por plataformas", precisó.

Más datos del informe en www.uca.edu.ar.+