Curas de las Villas pidieron la recuperación del comedor "Virgen de Luján"
- 4 de junio, 2021
- Buenos Aires (AICA)
Con una misa y una procesión, sacerdotes del equipo de Pastoral de las Villas pidieron la recuperación de un comedor ocupado ilegalmente.
Con una misa presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Gustavo Oscar Carrara, y concelebrada por varios sacerdotes del equipo de Pastoral de las Villas y Barrios de Emergencia, la comunidad de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé pidió la recuperación del comedor parroquial, ocupado ilegalmente.
Se trata de un comedor comunitario creado hace más de dos décadas por la parroquia y que este fin de semana fue ocupado ilegalmente, en el marco de un contexto de extrema necesidad alimentaria, con altos niveles de desocupación y una incesante suba de precios de los alimentos.
Un grupo de personas ocupó ilegalmente el comedor comunitario “Nuestra Señora de Luján” bloqueando la entrega de alimentos que lleva más de una década en el asentamiento Magaldi, frente al Riachuelo.
Ante el dramático conflicto, la comunidad parroquial se unió en una procesión, encabezada por la imagen de la Virgen de Luján. Acompañó la actividad monseñor Carrara, obispo auxiliar y vicario para la Pastoral en las Villas, junto con el párroco, presbítero Lorenzo de Vedia; el presbítero Guillermo Torres, de la Villa 31; los sacerdotes de la parroquia Virgen de Caacupé, Facundo Rivero y Ramiro Terrone; el párroco en Ciudad Oculta, Gastón Colombres, y el padre Sebastián García SCJ, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, de Barracas.
Luego de la procesión, en la esquina de las calles Luna y Orma se colocó el humilde altar. El presbítero De Vedia expresó: “Celebramos la gran organización social y unidad de este barrio porque el protagonista en esta misa es la comunidad de la Villa 21/24 y Zabaleta. Además, agradecemos a Dios porque en esta pandemia también se contagió la solidaridad y la organización social con distintos sectores incluyendo militancia política y social, como los comedores, hogares, grupo de enfermeras para la pandemia, cuerpo de bomberos voluntarios de la villa (justo en su día) y por supuesto, como intención que podamos reabrir el comedor Nuestra Señora de Luján.
Por su parte, monseñor Carrara reflexionó acerca de la fe que nos compromete con los demás: “La comunidad sabe organizarse para tender la mano, cuidar la vida, y si algo caracteriza a este barrio 21/24 y Zabaleta es cómo la comunidad se organiza de distintas maneras. Una de ellas, con los comedores comunitarios. Rezamos de manera especial porque quienes trabajan en los comedores comunitarios de nuestros barrios, que son esenciales en estos tiempos de pandemia, aunque muchas veces son invisibles y recién les está llegando la vacuna, cuando debería haber sido mucho antes. También rezamos de manera especial por todos los que han entregado su tiempo, cariño y amor para ponerse al servicio de los hermanos y hacemos una petición especial a Dios porque queremos que la parroquia Caacupé vuelva a cocinar allí, en el comedor de Luján, como lo venía haciendo”.
La convocatoria fue limitada debido a la situación de la pandemia. Quienes se acercaron fueron principalmente referentes mujeres que fueron presentándose al micrófono diciendo su grupo parroquial, movimiento popular, o funcionarios como el defensor del pueblo porteño, Alejandro Amor, entre otras autoridades gubernamentales.
“Un Estado presente y una comunidad organizada en lo social es el camino para el bien de todos, especialmente de los más necesitados. Si dejamos la cancha libre damos espacio al punterismo. Nos costó que hubiera elecciones en el barrio (la llamada Junta Vecinal). El punterismo no respeta la organización, no sirve, si nos organizamos el punterismo no tendrá espacio para sus intereses personales o grupales”, agregó el párroco, quien citó el famoso libro “Martín Fierro”: 'Los hermanos sean unidos esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea. Porque si entre ellos se pelean los devoran los de afuera’. No nos peleamos entre nosotros, el mal es el virus, el hambre, la injusticia, el odio egoísta de algunos”.
Juan Isasmendi, párroco de Madre del Pueblo en la Villa 1-11-14, aseguró que todo el equipo de villas “acompaña y apoya a la parroquia Caacupé y a su comunidad. Estamos juntos cuando más necesitamos. Como dice el papa Francisco, que todos seamos hermanos, este es un signo de fe, de Dios, por esta intención, para que Dios abra las puertas del comedor para seguir alimentando a la gente”.+