El Papa: El deporte es "medicina para el individualismo de nuestras sociedades"

  • 31 de mayo, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Al recibir este lunes a la Federación Italiana de Básquet con motivo del centenario de la institución, el pontífice resaltó los valores del deporte que enseñan "a poner orden en la vida".

“Promover el juego saludable entre niños y jóvenes, ayudar a los jóvenes a mirar hacia arriba, no darse por vencidos nunca, a descubrir que la vida es un camino de derrotas y victorias, pero que lo importante es no perder las ganas de 'jugar el juego'“, son expresiones del papa Francisco en su discurso ante la delegación de la Federación Italiana de Básquet al recibirlos esta mañana en el Palacio Apostólico Vaticano, con motivo del centenario de la institución.

 Recordando un partido jugado en 1955 en la Plaza de San Pedro, frente al papa Pío XII, el pontífice subrayó que “la relación entre la Iglesia y el mundo del deporte siempre se ha cultivado en la conciencia de que ambos, de diferentes maneras, están al servicio del crecimiento integral de la persona y puede ofrecer un valioso aporte a nuestra sociedad“. 

Lo primero, dijo Francisco, es “formar equipo”. A pesar de que “algunos deportes se llaman individuales”, el Papa observó que “el deporte siempre ayuda a poner en contacto a las personas, a crear relaciones incluso entre personas diferentes, muchas veces desconocidas, que a pesar de provenir de contextos diferentes, se juntan y luchan por un objetivo común”. 

El Santo Padre señaló “dos cosas importantes: estar unidos y tener una meta”, 

Francisco encuentra en el deporte “una medicina para el individualismo de nuestras sociedades, que muchas veces genera un ego aislado y triste”. “Así, a través de tu compromiso deportivo recuerdas el valor de la fraternidad, que está también en el corazón del Evangelio”. 

Un segundo aspecto, “una actitud del deportista es la disciplina”, “una escuela de formación y educación, especialmente para niños y jóvenes”, que ayuda a los jóvenes a comprender lo importante que es -el Papa citó a San Ignacio de Loyola- “aprender a poner orden en la vida”. 

“Incluso la vida espiritual necesita una disciplina interior hecha de fidelidad, constancia, compromiso diario en la oración. Sin un entrenamiento interior constante, la fe corre el riesgo de extinguirse“.

Por último, el Papa improvisó subrayando la actitud adecuada ante las derrotas para “tomarse con madurez”, porque “esto nos hace crecer”. “Cuando un deportista, una deportista, sabe 'ganar la derrota', con dignidad, con humanidad, con un gran corazón, es un verdadero honor, una verdadera victoria humana”.+