Francisco en el Regina Coeli: "Jesús no nos abandona, permanece en oración"

  • 16 de mayo, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la solemnidad de la Ascensión del Señor, el Papa planteó una serie de preguntas a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y recordó: "La Ascensión completa la misión de Jesús entre nosotros".

“Normalmente las escenas de despedida son tristes, hacen que los que se quedan se sientan perdidos y abandonados; pero esto no les ocurre a los discípulos. A pesar de su separación del Señor, no están desconsolados, al contrario, están alegres y dispuestos a partir como misioneros en el mundo”. Con estas palabras el papa Francisco describió el pasaje del Evangelio de hoy, según San Marcos, en el que se presenta el último encuentro del Resucitado con los discípulos antes de ascender a la derecha del Padre.

El pontífice formuló luego varias preguntas ante los fieles presentes en la Plaza de San Pedro: ¿Por qué los discípulos no están tristes? ¿Por qué debemos alegrarnos también cuando vemos a Jesús ascender al cielo? Y su respuesta inmediata fue: “Porque la ascensión completa la misión de Jesús entre nosotros. Porque si es por nosotros que Jesús bajó del cielo, es siempre por nosotros que asciende”.

El Papa explicó que Dios, el Hijo de Dios, descendió y se hizo hombre, tomó nuestra humanidad y la redimió, ahora asciende al cielo llevándose nuestra carne: “Es el primer hombre que entra en el cielo, porque Jesús es hombre, verdadero hombre, es Dios, verdadero Dios. Nuestra carne está en el cielo y eso nos da alegría”.

Asimismo, sostuvo que no se trata en absoluto de un abandono, “porque Jesús se queda para siempre con los discípulos -con nosotros– y permanece en oración, porque Él, como hombre, ora al Padre, y como Dios: hombre y Dios”.

"De hecho le muestra las heridas, las heridas con las que nos redimió”. Y la oración de Jesús está ahí, con nuestra carne: “es uno de nosotros, Dios hombre, y reza por nosotros”, puntualizó, y señaló: "Y esto debe darnos una seguridad, de hecho es una alegría, ¡una gran alegría!”.

Después, citó el segundo motivo de alegría: “la promesa de Jesús”. “Nos dijo: 'Les enviaré el Espíritu Santo'. Y allí, con el Espíritu Santo, se hace ese mandamiento que da precisamente en la despedida: 'Vayan por el mundo, proclamen el Evangelio'. Y será el Espíritu Santo quien nos lleve allí al mundo, para llevar el Evangelio”.

Francisco afirmó que es precisamente el Espíritu Santo quien ha hecho posible que todos nosotros seamos así hoy: “¡Una gran alegría! Jesús se ha ido: el primer hombre ante el Padre. Se fue con las heridas, que fue el precio de nuestra salvación, y reza por nosotros. Y luego nos envía el Espíritu Santo, nos promete el Espíritu Santo, para ir a evangelizar”.

"De ahí, la alegría de hoy, de ahí la alegría de este Día de la Ascensión”, concluyó.+