Los católicos indonesios donan sangre para áreas remotas de Papúa

  • 10 de mayo, 2021
  • Yakarta (Indonesia) (AICA)
Durante el Ramadán, el mes sagrado del ayuno y la oración, las donaciones se derrumban y faltan suministros.

Simón, un cristiano indonesio de la parroquia de Cristo Rey en Pejompongan, Yakarta Central, lanzó una campaña para que se envíen donaciones de sangre a zonas remotas y conflictivas de Papúa, en particular a la diócesis de Agats. Una iniciativa de especial urgencia durante el Ramadán, el mes sagrado del ayuno y la oración islámicos, durante el cual los suministros de sangre y las donaciones a la Cruz Roja local, Palang Merah Indonesia, sufren un drástico declive y se producen momentos de grave escasez. 

La diócesis de Agats está ubicada en una de las áreas más remotas del archipiélago de Indonesia y se caracteriza por un terreno fangoso, que no permite el cultivo, a excepción de algunos manglares y arbustos de agua salada. Para llegar a ella desde la capital hay que realizar un largo viaje por diversos medios entre los que se encuentran aviones, ultraligeros y lanchas rápidas.

Para esta serie de dificultades, Simón puso en marcha el proyecto “Donación de sangre para la diócesis de Agats”. 

La inspiración, precisó la agencia Asia News, viene del Viacrucis y de los gestos realizados por la Verónica y Simón de Cirene en las estaciones 5 y 6 y la elección de la diócesis porque “se encuentra entre los territorios más desafortunados” del país donde es difícil encontrar recursos. La donación de sangre durante el Ramadán, añade, es “uno de los gestos más importantes del espíritu de compasión”. 

A quienes se sumen a la iniciativa, programada entre el 4 y el 22 de mayo, Simón donará 10 mil rupias indonesias (alrededor de un dólar) de su propio bolsillo. Ya unas cincuenta personas respondieron positivamente donando su sangre, a cambio de una cantidad simbólica pero de enorme valor y trascendencia.

En los últimos días había propuesto el proyecto a los jóvenes y los medios de comunicación vinculados a la arquidiócesis de Yakarta, para llegar a un grupo más amplio de posibles donantes, pero hasta ahora no hubo respuestas positivas. Sin embargo, cuando anoche sesawi.net relanzó el programa, el interés por el proyecto aumentó y llegaron los primeros benefactores anónimos. 

“Donar sangre -señaló Simón a AsiaNews- es un gesto de profunda humanidad, que va más allá e ignora el estatus social y el elemento racial”. Este gesto “es una respuesta humanitaria a situaciones urgentes que salta fronteras y permite salvar otras vidas”. Especialmente durante el Ramadán, cuando el suministro de sangre “sufre una reducción drástica y, por lo tanto, es un buen momento para actuar por los no musulmanes”. “Como católicos -concluye- todos somos Verónica y el Cireneo en la contemplación ante los sufrimientos de Jesús”.+