De África a Asia crece el número de vocaciones sacerdotales

  • 6 de mayo, 2021
  • Roma (Italia) (AICA)
El florecimiento de las vocaciones sacerdotales en África, Asia, Oceanía y América Latina es un hecho registrado en los últimos años.

El florecimiento de las vocaciones sacerdotales en África, Asia, Oceanía y América Latina es un hecho constante registrado en los últimos años: los sacerdotes africanos apoyan y fortalecen a las Iglesias europeas.

Según un informe publicado por L’Osservatore Romano, en medio de la crisis creada por la pandemia del coronavirus, en muchas Iglesias de Asia, África, América Latina y Oceanía hay un verdadero boom de vocaciones al sacerdocio y de jóvenes que piden ingresar a los seminarios y seguir una vida consagrada. Un fenómeno que llega a varios continentes.

En Latinoamérica, Venezuela cuenta con 804 seminaristas, entre jóvenes que se encuentran en fase propedéutica o cursando filosofía y teología, en los 21 seminarios que existen en el país sudamericano.

Al otro lado del mundo, en Papúa Nueva Guinea y el archipiélago de las Islas Salomón, 286 jóvenes de las remotas islas del Pacífico se enfrentan a largos viajes en embarcaciones improvisadas para pedir iniciar el proceso de su formación para el sacerdocio.

Bangladesh, una nación con una gran mayoría musulmana, donde los católicos no son más de 500.000 en un país de 165 millones de habitantes, el año en que estalló la pandemia (2020) fue un año récord para las ordenaciones presbiterales: veintiséis sacerdotes católicos fueron ordenado en ese país asiático.

El florecimiento de vocaciones en África es un hecho constante
En África, el florecimiento de las vocaciones sacerdotales ha sido un récord constante en los últimos años.

Tanto es así que, en el mundo se advirtió lo que se ha llamado “circularidad misionera”, es decir, hoy, el don de los sacerdotes africanos que están surgiendo, sustenta y dinamiza las Iglesias europeas.

Esto significa que se supera definitivamente la distinción geográfica entre “Iglesias que envían” e “Iglesias que reciben”.

Entre los muchos ejemplos que podrían citarse, se destaca la Iglesia católica en Tanzania: los cinco seminarios más grandes del país están saturados.

La solución fue inaugurar en el último mes de diciembre un nuevo seminario mayor, el Seminario Mayor Nazaré, en Kahama, que ya cuenta con 106 alumnos matriculados en el primer año y debería llegar a 480 seminaristas en tres años.

Cuando el papa Pablo VI participó en la clausura del Simposio de los Obispos de África, el 31 de julio de 1969, en Kampala, capital de Uganda, afirmó: “Ustedes los africanos son ahora sus propios misioneros. La Iglesia de Cristo está verdaderamente plantada en esta tierra bendita”.

Hoy, después de más de cincuenta años, la declaración del Papa se hizo realidad.

El florecimiento vocacional de la Iglesia africana, en el continente africano y en el contexto de la Iglesia en todo el mundo, se observa desde hace años, y fue acompañado de estudios sobre las razones que subyacen al aumento de vocaciones que, además de ser un hecho originario de la fe, toca ámbitos sociales y antropológicos.

El testimonio evangélico de las personas consagradas es contagioso y las anima a tomar decisiones radicales de vida.

El padre Elías Essognimam Sindjalim, sacerdote togolés, secretario general para la formación de los misioneros combonianos, explicó que “los jóvenes africanos que quieren ser sacerdotes católicos proceden de Iglesias donde el testimonio evangélico de personas consagradas los anima a tomar decisiones radicales de vida”.

“Creo –señaló el sacerdote– que el verdadero humus de las vocaciones es la vivacidad y vitalidad de las Iglesias africanas locales que acompañan a los jóvenes en un camino de crecimiento en su fe. Si bien el deseo de salir de la pobreza puede existir en algunos candidatos, se purifica en el largo camino formativo que está previsto hasta la ordenación sacerdotal. Donde hay vida de fe –dijo– el Espíritu actúa, y solo un joven inmerso en esta vida de fe puede escuchar la voz de Dios llamándolo al camino vocacional”.

Vocaciones en Asia y el papel de la familia según los verbitas
El sacerdote indio Pushpa Anbu Augustine, secretario general de formación de la Sociedad del Verbo Divino para Asia, coincide en que la dinámica de la “atracción” es fundamental en la comunicación de la fe cristiana.

Los misioneros verbitas están radicados en el continente asiático, donde, en total, hay 681 estudiantes y 283 novicios en proceso de formación para el sacerdocio, en unas 20 naciones de Asia-Pacífico.

Según el padre Augustine: “Incluso en este tiempo de pandemia, los misioneros y sacerdotes están en las periferias al servicio de los últimos, los marginados, y por su compromiso ponen a los últimos en primer lugar, en el nombre de Cristo y su Evangelio. Cuando los jóvenes ven a estos misioneros, se sienten atraídos por ellos y sienten el deseo de unirse a ellos”.+