La catedral de Mercedes celebró su centenario

  • 19 de abril, 2021
  • Mercedes (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, presidió el domingo 18 de abril la misa de acción de gracias por el centenario de la catedral basílica Nuestra Señora de las Mercedes.

Con una misa presidida por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, el domingo 18 de abril se celebró el centenario de la catedral basílica Nuestra Señora de las Mercedes.

La Eucaristía fue concelebrada por los vicarios generales, el párroco de la catedral, presbítero Juan Carlos Bouzou, el vicario parroquial, presbítero Diego Zacca, y algunos sacerdotes de la ciudad.

Representantes de las distintas comunidades parroquiales se hicieron presentes en el momento de la Liturgia de la Palabra y la Oración de los fieles, y alumnos del instituto parroquial acercaron, en el momento de las ofrendas,  trabajos realizados por ellos.

En su homilía, el arzobispo recordó que durante el tiempo pascual, la  Iglesia nos invita a hacer memoria de los textos fundantes de nuestra fe y de los encuentros que los discípulos tuvieron con Jesucristo Resucitado.

“Cristo está vivo. Y esto produce en esas personas algo tal, que ellos y esas comunidades cristianas se lanzan a decir ¡Está vivo! en toda circunstancia, en toda situación, sin miedo, incluso a la muerte”.

“El cristianismo generó una novedad. No es una doctrina abstracta, sino una experiencia vital. Me identifico con un Dios que está vivo, que está de mi lado. No está en contra de mí, no me castiga. Es amor, misericordia, es el  Padre de Jesucristo. Ese es nuestro Dios, el Dios de la historia, que busca el bien, nuestro bien”.

“Lo discípulos dieron testimonio con su vida de esta experiencia fundamental y así lo hemos recibido nosotros. Con nosotros también hubo personas que nos dieron testimonio y se nos hicieron creíbles. Habrá sido papá, mamá, la abuela. Con asombro, temor, con dudas. Habrá sido un catequista, un sacerdote, una persona sencilla y de fe, que me habló con su vida de tal manera que me conmovió y me hizo hacerme cristiana, cristiano, seguidor de Jesucristo a lo largo de la vida. No hay otra manera de ser cristiano que no sea a través del testimonio de hermanas y hermanos”.

“También hay antitestimonios. Nos hacen dudar personas que dicen creer, pero solamente lo dicen, no lo viven. Y eso en la Iglesia es un replanteo y una conversión constante”.

El arzobispo recordó a tanta gente que a lo largo de estos 100 años nació a la vida de la gracia a través de los sacramentos, a los que en la intimidad de la oración, rezaron mano a mano con Dios y con la Virgen,  e invitó a hacer memoria agradecida por todo lo vivido, juntos y en comunidad.

“Qué importante es un lugar sagrado en una ciudad, en un pueblo. Esta comunidad es testigo del crecimiento de la identidad de una ciudad. También aquí en este lugar hay un camino en el que va creciendo la identidad de lo que soy, de lo que somos”.

“Este es un lugar de vida.  Es un signo en medio de la ciudad de que Dios está vivo. ¡Cuánta oración por la ciudad, por el pueblo, cuánta oración por la patria!”.

En otro momento de la homilía, el arzobispo recordó que la catedral es la cátedra del obispo y mencionó al papa Francisco, que en noviembre de 2019 determinó que la arquidiócesis de Mercedes Luján sea cabeza de una provincia eclesiástica. En ese sentido, agradeció los saludos de los obispos de las diócesis sufragáneas de Nueve de Julio, Merlo-Moreno y Zárate- Campana.

Finalmente, el arzobispo compartió su sueño para la Iglesia local: “Sueño una Iglesia presidida en la caridad. No hay otra manera de presidir la Iglesia si no es en la caridad, en el amor”. 

“Presidirla en el amor como un servicio a la unidad y a la comunión, y como un servicio a los más frágiles, a los sufrientes, a los más pobres”, detalló, y expresó: “La comunión y la unidad en la Iglesia son un grito”, por eso, exhortó a vivir la comunión que se exige. “Este lugar tiene que ser un lugar luminoso para la unidad, para la comunión. Aquí tienen que ser bien recibidos todas y todos. Esta es una casa del pueblo de Dios, de todas las personas. Aquí no se puede dejar a nadie afuera”. 

“Y lo otro es el servicio a los más frágiles, a los más pobres. El testimonio de la fe hoy es vivir el Evangelio, estar cerca del que sufre. No podemos mirar para otro lado, alejarnos, ser indiferentes. Son tiempos tan difíciles y es tan entendible que cada uno tenga la tentación de salvarse a sí mismo. Es entendible. Estamos muy angustiados, llenos de miedo”, reconoció. Ante esto, aseguró: “No tenemos  otra salida, porque está  vivo, porque creemos en el Evangelio, que tender una mano concreta, solidaria, a los que se van quedando al costado del camino”.

Con esta celebración culminó un fin de semana con diversas actividades. El viernes 16 de abril, día propio de la dedicación de la iglesia catedral, la misa se llevó a cabo con la participación de la comunidad del seminario arquidiocesano Santo Cura de Ars. A las 20, fue la Inauguración de la Muestra «Catedral Basílica. Un Centenario de Historia», en el museo histórico Doctor Víctor Míguez.

El sábado 17 de abril, luego de la misa, el coro ensamble Ars Pulchra, con la dirección de Marianela Schenone, brindó el concierto «Ora pro nobis». Voces que invitar a orar.

En ocasión del centenario, el papa Francisco envió su bendición “al párroco y a todos los fieles de esa comunidad” e invocó “una particular efusión de dones del Espíritu Santo y la intercesión de la Virgen María”.

Todas las celebraciones fueron transmitidas por la página de Facebook de la catedral de Mercedes y las redes sociales del arzobispado.+