Jornada de los Mártires Misioneros 2021

  • 24 de marzo, 2021
  • Roma (Italia) (AICA)
"Vida entrelazadas", es el lema elegido para la Jornada de los Mártires Misioneros, promovida por las Obras Misionales Pontificias italianas que se celebrará este 24 de marzo.

Desde 1993, el día del asesinato de San Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, que tuvo lugar el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la misa, está dedicado a la celebración de la “Jornada de oración y ayuno en memoria de los Misioneros Mártires”, promovida por el Movimiento Juvenil de las Obras Misionales Pontificias italianas.

Para la vigésima novena jornada que estamos viviendo este año, se eligió el lema “Vidas entrelazadas”. De hecho, el mártir misionero es un tejedor de fraternidad: su vida se entrelaza con la de los pueblos y culturas a los que sirve y encuentra. La humanidad entera entrelaza su existencia con la de Cristo, redescubriéndose como sarmientos de la misma vid”, explicó Giovanni Rocca, secretario nacional de “Missio Giovani”, durante la presentación del tema.

“En el origen de cada misión hay una vocación que llega a los oídos de los que están dispuestos a escuchar, de los que tienen el corazón dispuesto a acoger. La voz del Señor nos llega junto con la de todos los pueblos que sufren abusos e injusticias”, explicó Rocca, según informó la agencia misionera Fides.

“Es la llamada, añadió, a una vida de proximidad que celebramos en esta ocasión, el mandato que Cristo nos ha dado: anunciar la Buena Nueva en todo el mundo. El sacrificio de los mártires es el signo tangible de que la propagación de la fe no es una cruzada sino un abrazo de culturas, pueblos y religiones, la total disponibilidad de uno mismo para la escucha y el intercambio mutuo, la ayuda a quien se encuentra en necesidad”.

“Cuando el odio subentra de esta dinámica, es entonces que los mártires hacen su aparición en la historia. El martirio in odium fidei es la consecuencia extrema de una fe verdadera, humana y tangible. Si escudriñamos la vida de los mártires misioneros muchas veces no encontramos hechos heroicos sino que descubrimos gestos llenos de esperanza vividos en la vida cotidiana con palabras que consuelan el corazón y una cercanía que sostiene”.

Recordar a los misioneros que fueron asesinados es una costumbre muy extendida en muchos países, incluso en diferentes fechas y circunstancias: hay muchas diócesis, parroquias, escuelas e institutos religiosos que dedican iniciativas particulares para recordar a sus misioneros y a todos aquellos que derramaron su sangre por el Evangelio.+