Referente de Cáritas subraya la necesidad de animar la caridad en la pandemia

  • 18 de marzo, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
"En este tiempo sentimos que tenemos la misión de animar la caridad en cada rincón de la Iglesia", sostuvo Juan Pineda, referente territorial para la Región Buenos Aires de la entidad caritativa.

Juan Pineda, integrante de Desarrollo Institucional de Cáritas Argentina y referente territorial para la Región Buenos Aires, hizo un recorrido por las orientaciones pastorales de la entidad caritativa eclesial que tienen plena vigencia durante la pandemia.

“Cada tres años, por estatuto y por cultura, en Cáritas revisamos nuestro servicio y fue así que surgió lo que llamamos la Caminata, que dura un año y se cierra con el aporte de todos. Estas orientaciones que nos rigen surgieron de la Caminata 2017 y fueron proclamadas en la Asamblea Federal de Cáritas 2018", recordó, y las contextualizó: "En este tiempo sentimos que tenemos la misión de animar la caridad en cada rincón de la Iglesia”.

“La campaña #Seamos Uno fue una campaña que surgió ante el aumento de la demanda de alimentos y salió de un grupo de empresarios argentinos para hacer lo que ellos llaman 'la última milla'. Fue una experiencia muy positiva y enorme. Se llegó a más de 3 millones de personas que necesitaban de la ayuda alimentaria”, agregó el voluntario.

El año pasado, Cáritas Argentina hizo un balance del proyecto #SeamosUno y agradeció el trabajo y el aporte a esta iniciativa solidaria que llegó a repartir un millón de cajas alimentarias a los sectores más vulnerables en tiempos de pandemia.

“Sabemos que fueron cientos de personas que hicieron un enorme esfuerzo en la preparación, armado y distribución de las cajas hacia los puntos barriales, y que otras tantas voluntarias ofrecieron silenciosamente incalculables cantidades de tiempo, capacidades, recursos y esfuerzos también en los grupos de Recaudación de Fondos, de Compras, de Infraestructura y Logística, de Cumplimiento, de Comunicaciones, de Coordinación, de Administración, de Comité Ejecutivo y del Consejo, entre otros”, valoró.

La organización caritativa expresó su deseo de que “cada uno de ustedes sienta y sepa nuestro profundo y sincero agradecimiento”. “Hemos visto, escuchado y sentido el enorme impacto que las cajas alimentarias tuvieron en cada familia y persona a quienes se las entregamos. Los miles de voluntarias y voluntarios de Cáritas guardan en el corazón infinidad de testimonios, rostros, palabras y sentimientos que la gente nos regaló en las entregas”, sostuvo.

#SeamosUno fue una iniciativa privada articulada con el sector público, de carácter plural, que cuenta con la participación de diversas entidades religiosas, tercer sector y empresariales que se unieron detrás del objetivo de llegar con alimentos y productos de higiene de primera necesidad a un millón de hogares en situación de vulnerabilidad ante la emergencia generada por la pandemia y los efectos de la cuarentena.

En cuanto a las orientaciones pastorales, Pineda las explicitó una por una. La primera que abordó fue “cuidar la misión. Aquí cuidamos a los agentes pastorales de Caritas, ampliamos los equipos en medio de la pandemia. Convocamos a unos 1700 jóvenes como nuevos voluntarios. También les entregamos kits de higiene en medio del servicio para protegerlos y prevenir el contagio del virus”, indicó.

“Cuidar la casa común. Alentamos una economía al servicio del ser humano y cuidando la creación que Dios no ha regalado. Esta orientación nos interpela y nos lleva a reflexionar respecto de qué economía queremos. Debería ser un sistema que tenga a cada mujer y hombre en el centro y no al revés. Debe haber justicia ambiental. Tenemos que pensar en qué tipos de trabajo se generan en este contexto, cuánto suman los movimientos populares hoy a subsanar el desempleo o el subempleo. Por eso en Cáritas generamos talleres y espacios en favor de emprendedores y feriantes”, sostuvo Pineda.

“Cuidar la vida. Esto es alentar el valor sagrado dela vida y su dignidad, especialmente con los más débiles. En las zonas rurales o en zonas alejadas de los centros urbanos sobre todo, nos encontramos con adultos mayores que estaban solos y angustiados en esta pandemia”, resaltó el referente territorial para Buenos Aires. “Cuidar la familia. Favorecemos el desarrollo de las familias porque es una comunidad de amor donde se acompaña a las personas. Lo hacemos de manera humilde y respetuosa, junto a otras pastorales de la Iglesia, es una experiencia de misión. Hay mucha escucha y acompañamiento sereno al interior de las familias y sus realidades, que a veces son duras y difíciles”, expresó.

“Cuidar la comunidad. Impulsamos el crecimiento de las  esperanzas e iniciativas de las comunidades y la mejora de sus condiciones de vida,  desarrollando el sentido de ciudadanía  y la posibilidad de ejercicio de derechos”, finalizó Pineda.

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