Religiosos advierten sobre el "panorama sombrío" en Haití

  • 12 de marzo, 2021
  • Puerto Príncipe (Haití) (AICA)
"El país está muriendo, la población está bajo el yugo, los más pobres ya no pueden más", alertó la Conferencia de Religiosos Haitianos y le pidió al Presidente que respete la voluntad popular.

Poco más de un mes después de que los obispos haitianos dieran la voz de alarma sobre la situación "explosiva" e insostenible que vive el país, la Conferencia de Religiosos Haitianos (CRH) hizo una dura acusación contra el presidente Jovenel Moïse, quien sigue en el poder pese a que la sociedad civil lleva mucho tiempo pidiendo su dimisión, también tras los escándalos y episodios de corrupción, y la expiración de su mandato.

Moïse, que quería iniciar una cuestionada reforma de la Constitución, lleva más de un año gobernando por decreto, ya que no hay Parlamento y las elecciones legislativas, previstas inicialmente para enero de 2020, se han aplazado hasta el próximo septiembre, junto con las presidenciales.

Al mismo tiempo, la población haitiana, ya afligida por la pobreza y las enfermedades, ve su futuro cada vez más incierto, ahora amenazado por la pandemia de Covid-19.

El 60% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, la inflación es muy alta y faltan alimentos y combustible. A ello se suma la violencia perpetrada por los escuadrones de la muerte que siembran el terror en un contexto de "casi total impunidad", como denunciaron los obispos en su carta pastoral del pasado 2 de febrero.  En Haití, de hecho, la inseguridad y los secuestros están a la orden del día. Nadie se salva, creando así un miedo generalizado entre la población.

Según los religiosos haitianos, un mes después, el "sombrío panorama" descrito por los obispos en su carta sigue oscureciéndose cada vez más: “No se ha tomado ninguna decisión seria para aliviar el sufrimiento de la gente ni para protegerla de las agresiones”, advirtieron.

Es la queja contenida en una carta abierta dirigida al presidente Moïse. "Lo único que parece presionarle es cumplir su supuesto mandato a toda costa, desafiando las legítimas demandas de todo un pueblo", escribieron los religiosos.

“Surge preguntarse, ¿qué sentido tiene aferrarse al poder, incluso de forma ilegítima o ilegal, cuando más de la mitad de su población vive en condiciones de inseguridad alimentaria crónica? ¿Por qué querer a toda costa prorrogar o revocar una apariencia de mandato sin poder garantizar la seguridad de la vida y la propiedad, la libre circulación de las personas? ¿De qué sirve un Presidente o un gobierno incapaz de frenar el tren de la muerte que diariamente siembra el luto entre la población?”.

Recordando la invitación a cambiar el país hecha por San Juan Pablo II con motivo de su viaje apostólico a Haití en 1983, los religiosos haitianos lamentan cómo, 38 años después, el cambio ha dado un giro de 180 grados.

“El país está muriendo, la población está bajo el yugo, la inseguridad se extiende, los más pobres ya no pueden más, la población está desorganizada y al límite de la desesperación, el país ya no es gobernado. Somos testigos y víctimas de demasiados crímenes, demasiadas injusticias y desigualdades”, aseveraron.

Para la Iglesia, la responsabilidad de este "descenso a los infiernos" recae enteramente en el presidente Moïse, quien tiene "el deber de dar respuestas rápidas y concretas a las demandas del pueblo, empezando por el respeto de las leyes del país".+