"Nuestro trabajo como Iglesia es continuar en defensa del respeto a la vida"

  • 19 de enero, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
Entrevista con el rector de la Iglesia Nacional de Argentina y del Colegio Sacerdotal de Roma, padre Fabián Alesso, sobre la reciente promulgación de la ley de aborto en la Argentina.

Ante la reciente promulgación de la ley de aborto en la Argentina, el padre Fabián Alesso, rector de la Iglesia Nacional Argentina y del Colegio Sacerdotal de Roma, brindó una entrevista en el portal Vatican News.

“Cuando se reconoce que hay una vida, que hay una persona humana, que es el niño que está en el vientre de su madre, no es justo que ‘las personas más fuertes’ tomen la decisión de interrumpir la vida de los más débiles. Y en este caso el más débil es el niño. Creo que una ley que legaliza el aborto es parte de una sociedad más injusta”, afirmó el sacerdote, luego de la declaración del presidente argentino, Alberto Fernández, de que la ley “permitiría construir una sociedad más equitativa”.

El padre Alesso recordó que “la mayoría de la población expresó su oposición a la legalización del aborto. Y, sobre todo, en los barrios pobres: los más pobres y las mujeres que viven en la periferia se han pronunciado a favor de la vida, no están de acuerdo con la legalización del aborto. Así que es una decisión que no refleja el sentimiento de la mayoría de la población”.

El rector de la Iglesia Nacional Argentina en Roma animó a la comunidad provida: “Nuestro deber como Iglesia es continuar el trabajo en defensa del respeto a la vida. Pero no sé si esta ley puede ser modificada o cancelada. Habrá algún recurso, pero no sé hasta dónde llegará”.

La despenalización del aborto en América Latina también se produjo en Cuba, Uruguay, Puerto Rico y Guyana, Ciudad de México y el estado mexicano de Oaxaca. En Chile, en estos días y tras lo ocurrido en la Argentina, se abrió el debate con un proyecto de ley de aborto. 

Sobre esto el padre Alesso indicó: “Está avanzando en América Latina como ya lo ha hecho en Europa en muchos países. Como explica el papa Francisco, responde a una visión que apoya la idolatría del individualismo y el descarte de los más débiles. Existe la idolatría de los más fuertes que no quieren ser molestados en sus proyectos de vida consumistas. Esto logra penetrar hasta los poderes políticos y los países que tienen la gran mayoría de la población bautizada, que profesan ser cristianos. Es un signo de secularismo, de ese divorcio entre la fe y la vida del que ya nos habló el Concilio Vaticano II”.+