Quilmes recordó a Mons. Novak a 67 años de su ordenación sacerdotal

  • 14 de enero, 2021
  • Quilmes (Buenos Aires) (AICA)
Al conmemorarse el 67º aniversario de la ordenación sacerdotal del siervo de Dios, monseñor Jorge Novak, la diócesis de Quilmes recordó a su primer obispo.

La Comisión de Memoria del Padre Obispo Jorge Novak, de la diócesis de Quilmes, recordó la figura de su primer obispo al conmemorarse, el 10 de enero, el 67º aniversario de su ordenación sacerdotal.

“Cada año, el 10 de enero, el padre obispo Jorge Novak gustaba ir al santuario de Luján a celebrar allí un nuevo aniversario de su ordenación presbiteral acaecida el 10 de enero de 1954 en la Iglesia de la Santísima Trinidad de la entonces Villa Calzada (hoy, Rafael Calzada)”.

“A quienes tuvimos -en alguna oportunidad- la posibilidad de acompañarlo a Luján nos quedó el recuerdo de cómo disfrutaba él de esa jornada en la Casa de la Virgen”.

“Haciendo memoria agradecida de esas vivencias nada mejor que citar sus propias palabras sobre lo ocurrido aquel día y que él mismo relata en su escrito del 10 de enero de 1988 ‘Recuerdos de mi infancia: aniversario 34º de mi ordenación sacerdotal’ que figura en el libro del presbítero Eduardo de la Serna, ‘Padre Obispo Jorge Novak, amigo de los pobres, profeta de la esperanza’, en la página 27: ‘Primicia doble: el 10 de enero de 1954 fui ordenado sacerdote. Cuatro compañeros más fueron hechos sacerdotes, entre ellos, uno de mi propio pueblo natal. Mis padres habían llegado para el gran día; estaban presentes mi hermano y tres de mis hermanas. Era la culminación de mi sueño de niño, era una gracia excepcional para toda mi familia. Indescriptible, inolvidable, incomparable esa jornada’”.

“Luego hace referencia a la celebración ocurrida días después en San Miguel Arcángel (Partido de Adolfo Alsina), su pueblo natal, como la segunda primicia, para concluir diciendo: ‘La infancia volvía con fuerza para hablar de la belleza de una vocación que ahora había madurado definitivamente”.

“Lo recordamos mientras recitamos la oración para pedir su pronta beatificación: ‘Cristo, Pastor bueno, te pedimos que su vida y su testimonio nos animen a seguir trabajando por tu Reino en la defensa de la vida y el anuncio de la Palabra: y así, siguiendo sus pasos y animados por el mismo espíritu, seamos servidoras y servidores en una Iglesia de comunión y participación’”.+