La ley del aborto provocó "dolor, indignación y vergüenza", lamentó Mons. Lozano
- 5 de enero, 2021
- San Juan (AICA)
Para el arzobispo, "el proceso para sancionar esta ley profundizó la división en la sociedad y ahondó la distancia entre los dirigentes políticos y las preocupaciones más urgentes del pueblo"
“Dolor, indignación y vergüenza”, son los sentimientos que el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, enumeró ante la lamentable ley del aborto, aprobada “como ley y sin atenuante”, al filo de finalizar el año.
“Un proyecto abusivo que no respeta la vida desde la concepción ni hasta en los momentos previos al parto”, destacó el arzobispo.
“Argumentos mentirosos y descabellados se esgrimieron durante el intercambio de discursos, que muy lejos estuvo de ser un debate parlamentario”, lamentó el prelado sanjuanino y manifestó que “llama la atención que dirigentes tan afectos a gobernar con encuestas, en esta oportunidad no tuvieron en cuenta la voluntad popular a la que deben representar y expresar. Provincias en las cuales entre el 60% y el 80% de la población estaba en contra de este proyecto, sus tres Senadores no honraron la postura de los ciudadanos”.
Por otra parte, el arzobispo de San Juan de Cuyo felicitó y reconoció a los legisladores de su provincia “que optaron por el cuidado de la vida”.
“En ambas cámaras -destacó monseñor Lozano- enfrentaron presiones y agresiones ante las que se mantuvieron con firmeza en sus principios al cuidado de la vida por nacer. En total fueron 117 Diputados y 29 senadores a quienes agradecemos y valoramos”.
En su reflexión monseñor Lozano deploró que “el proceso llevado a cabo para sancionar esta ley profundizó la división en la sociedad en dos sentidos:
“Por un lado, nos está enfrentando a los argentinos en una cuestión que no tiene grises: vida sí o no. Además, ahonda la distancia entre los dirigentes políticos nacionales y la agenda de las preocupaciones más urgentes del pueblo”.
Y añadió el arzobispo: “Cuando el Estado Nacional te la complica con palos en la rueda, hace falta reforzar el compromiso por la vida”.
Asimismo, animó a no caer en el desaliento, ni a bajar los brazos “sino fortalecer la cercanía con las mamás pobres o quienes afrontan embarazos de riesgo. Es necesario promover la conciencia del cuidado de la vida más frágil”, exhortó.
Monseñor Lozano enumeró como importante “dedicar tiempo a la Educación Sexual que ayude a suscitar conductas y actitudes responsables para impedir embarazos no buscados; acompañar de cerca los reclamos de las mujeres pobres y que es necesario exigir a la dirigencia política nacional que escuche el clamor del pueblo por una agenda distinta”.
“No tenemos que perder la esperanza -finalizó el arzobispo sanjuanino-. El desaliento nos frena en la movilización para hacer patente la necesidad de cuidar las dos vidas, toda vida, siempre. Debemos asumir claramente una actitud propositiva. Insistir en la belleza de la maternidad y el valor de la vida como viene. Ninguna vida es de descarte”, concluyó monseñor Lozano su reflexión.+