La Rioja celebró las fiestas del Tinkunaco y en honor a San Nicolas de Bari
- 4 de enero, 2021
- La Rioja (AICA)
La apertura del año en La Rioja estuvo marcada, como cada año, por el solemne Tinkunaco, la festividad del santo patrono, San Nicolás de Bari, y de Jesús, Divino Niño Alcalde.
Al celebrar la fiesta de San Nicolás de Bari, patrono de la diócesis de La Rioja, el viernes 1 de enero, solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el obispo diocesano, monseñor Dante Braida dirigió un mensaje a la comunidad para el año que comienza.
La fiesta llevó por lema: “El que ama a su hermano permanece en la luz y nada lo hace tropezar”, y se realizó en modalidad virtual, puertas adentro de la catedral riojana y sin asistencia de fieles, en prevención por el marco de pandemia.
Las celebraciones comenzaron el jueves 31 de diciembre con el solemne Tinkunaco, continuaron el 1 de enero, en la solemnidad de Santa María Madre de Dios, día de San Nicolás de Bari y Jornada Mundial por la Paz, y culminaron el sábado 2, en la solemnidad de Jesús, Divino Niño Alcalde. El 3 de enero, se realizó la tradicional despedida de la imagen del Niño Jesús Alcalde en el Santuario de San Nicolás.
Monseñor Braida comenzó su mensaje agradeciendo a Dios por el año que comienza, “con renovadas esperanzas”, y con dolor manifestó el estilo de celebración de esta fiesta, marcado por la pandemia, “que afectó de diferentes modos nuestras vidas y costumbres, que hizo padecer a muchos por la enfermedad”.
Aunque con mucha pena, “hemos vivido la aprobación de la ley del aborto. Aún en medio de esta dura realidad en este año que pasó nos alegramos por el centenario de la aureolización de la Imagen bendita de San Nicolás, renovando el llamado a la santidad que Dios nos hace a todos. Una verdadera luz de esperanza”, alentó el obispo.
Mencionando un “estilo de vida sinodal”, animó a la comunidad a “caminar juntos: laicos, pastores, consagrados, todo el Pueblo de Dios”, en un estilo en el que “cada persona es respetada en su dignidad y tiene la posibilidad de contribuir al desarrollo del Pueblo”, describió y agregó: “Con este espíritu aprovechemos la oportunidad del tiempo presente para contribuir al desarrollo del pueblo riojano con una participación genuina y abierta de sus habitantes y un diálogo, frecuente y sostenido de sus dirigentes”.
Más adelante exhortó a la comunidad a profundizar “nuestra relación con Dios a través de una vida perseverante en la oración cotidiana, tanto personal como comunitaria. Que podamos organizar y promover tiempos de retiro o ejercicios espirituales en todas las comunidades y en todos los espacios pastorales tanto para quienes participan activamente de la vida de la Iglesia como para aquellos que lo hacen ocasionalmente, tanto para las familias y los jóvenes como para quienes tienen sobre sus hombros pequeñas o grandes responsabilidades sociales”, destacando el rol de la Pastoral de Animación Bíblica, recientemente creada.
En varias oportunidades el obispo citó al papa Francisco en Fratelli tutti, haciendo alusión a distintos puntos de la ‘cultura del cuidado’, la promoción de la ‘dignidad y de los derechos de la persona’, y la solidaridad: “No dejemos pasar el tiempo para involucrarnos en un camino de crecimiento en el compromiso social que exprese la honda y profunda fe en Jesucristo que, al asumir nuestra humanidad, no le esquivó a ninguna de las realidades humanas que se le presentaban sino que, para cada una tuvo una palabra, un gesto, una acción oportuna en vista a su desarrollo”.
Sobre el año que inicia, monseñor Braida recomendó algunos aspectos pastorales. En primer lugar, mencionó el año dedicado a San José: “Será un tiempo propicio para valorar su ejemplo de participación discreta pero decisiva en el plan de la salvación. En él podemos ver el valor de tantas personas que, de modo sencillo y valiente, contribuyen al crecimiento de la Iglesia y la sociedad”.
A su vez, hizo referencia a que “este año tendremos que asumir la atención pastoral del Convento de Santo Domingo”, y que será necesario consolidar las distintas iniciativas como ser: la Pastoral Rural, la mesa de Movimientos, el Área Mujer, Justicia y Paz, el Proyecto Diocesano de Catequesis, entre otros. “Al mismo tiempo será necesario fortalecer en cada parroquia el Consejo de Pastoral y el Consejos de Asuntos Económicos”, añadió.
Luego mencionó la beatificación Fray Mamerto Esquiú y animó a “seguir profundizando en la espiritualidad y compromiso de nuestros mártires para crecer siendo una iglesia que, como ellos, busca en todo amar dando la vida por el Evangelio en el servicio a los demás, de modo preferencial a los más pobres”.
Finalmente, monseñor Braida deseó “que San Nicolás, nuestro santo obispo, nos siga animando con su ejemplo y santidad. Que los beatos mártires Wenceslao, Carlos, Gabriel y Enrique nos ayuden a asumir con generosa entrega la promoción de la Cultura del Cuidado. Que la Virgen María y San José, intercedan por nuestras familias y nos ayuden como Iglesia a acrecentar un estilo sinodal, fraterno y decididamente misionero”.+