"Permiso, gracias y perdón", el consejo de Francisco para las familias

  • 27 de diciembre, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la fiesta de la Sagrada Familia, el papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus con varios consejos dedicados a las familias, a imagen del ejemplo de Nazaret.

En la fiesta de la Sagrada Familia, el domingo 27 de diciembre, el papa Francisco rezó el Ángelus en la biblioteca del Palacio Apostólico y mencionó a la familia de Nazaret como “modelo en la que todas las familias del mundo pueden hallar su sólido punto de referencia y una firme inspiración”.

A imitación de la Sagrada Familia, “estamos llamados a redescubrir el valor educativo del núcleo familiar, que debe fundamentarse en el amor que siempre regenera las relaciones abriendo horizontes de esperanza”.

Francisco mencionó las características para la "comunión sincera" de la familia:  convertirse en “una casa de oración”, mantener “afectos profundos y puros”, hacer prevalecer “el perdón sobre las discordias”, y en la que “la dureza cotidiana del vivir sea suavizada por la ternura mutua y por la serena adhesión a la voluntad de Dios”. 

“De esta manera la familia se abre a la alegría que Dios da a todos aquellos que saben dar con alegría”, puntualizó el Papa, pero también “halla la energía espiritual para abrirse al exterior, a los demás, al servicio de sus hermanos, a la colaboración para la construcción de un mundo siempre nuevo y mejor; capaz, por tanto, de ser portadora de estímulos positivos; evangelizadora con el ejemplo de vida”.

Una vez más, el Pontífice resaltó el consejo de hacer las paces: “Es cierto que en cada una de las familias existen problemas, a veces se discute pero yo les digo una cosa: si discuten en familia no terminen la jornada sin hacer las paces, porque la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa y no ayuda”.

Del mismo modo, recordó las tres palabras que siempre tienen que prevalecer en una familia: permiso, gracias y perdón. “Permiso para no ser invasivo en la vida de los demás”; "gracias de tantas ayudas y servicios que hacemos en la familia, agradecer siempre, porque la gratitud es la sangre del alma noble”; y luego “la más difícil de pronunciar: perdón”. Porque “siempre hacemos cosas feas y alguien se puede sentir ofendido”, indicó Francisco.

Más adelante, señaló que la Sagrada Familia “nos presenta el ideal del amor conyugal y familiar, tal y como quedó subrayado en la Exhortación Apostólica Amoris laetitia” –cuyo quinto aniversario de promulgación tendrá lugar el próximo 19 de marzo– anunciando que habrá un Año de reflexión sobre Amoris laetitia y será una oportunidad para profundizar el contenido documento.

Por último, el Papa pidió a la Virgen María “que obtenga a las familias de todo el mundo sentirse cada vez más fascinadas por el ideal evangélico de la Sagrada Familia, de modo que se conviertan en levadura de nueva humanidad y de una solidaridad concreta y universal”.

Al concluir la oración, Francisco se dirigió "a las familias que en los últimos meses han perdido a un ser querido o han sido juzgadas por las consecuencias de la pandemia", y también hizo referencia "a los médicos, enfermeras y el personal sanitario, cuyo gran compromiso en primera línea en la lucha contra la propagación del virus ha tenido importantes repercusiones en la vida familiar". Confiado al Señor, finalizó encomendando a "todas las familias, especialmente las más probadas por las dificultades de la vida y por las heridas de la incomprensión y la división".+