Beatifican en Barcelona al joven mártir de la Eucaristía

  • 7 de noviembre, 2020
  • Barcelona (España) (AICA)
Joan Roig y Diggle, asesinado por odio a la fe a los 19 años durante la guerra civil española fue beatificado hoy en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona.

El arzobispo de Barcelona y presidente del episcopado español, cardenal Juan José Omella y Omella presidió -en representación del Papa- este sábado 7 de noviembre la beatificación del joven Joan Roig Diggle, nacido en Barcelona (España) y martirizado por su fe el 12 de septiembre de 1936.

La ceremonia tuvo lugar en la basílica de la Sagrada Familia y fue concelebrada por el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona y el nuncio apostólico, monseñor Bernardito Auza.

Además de los familiares del nuevo beato, participaron autoridades como los miembros de la Asociación de Amigos de Joan Roig, que hace unos 30 años empezó a promover la causa de beatificación de este mártir.

El acto se celebró siguiendo las medidas de seguridad y aforo previstas para el control de la pandemia por Covid-19, por eso el aforo de la basílica de la Sagrada Familia estuvo reducido a un tercio y se mantendrá la distancia mínima de 1,5 metros, el uso de mascarilla y de gel hidroalcohólico.

Esta beatificación coincide con el décimo aniversario de la consagración de la basílica de la Sagrada Familia por el Papa emérito Benedicto XVI, una importante efeméride que también se recordó hoy en esta ceremonia.

Joan Joan Roig Diggle fue un joven laico de 19 años que murió en los inicios de la Guerra Civil. Nació en la Barcelona en 1917 en una familia catalano inglesa.

Su educación empezó en los Hermanos de La Salle y siguió en los Escolapios en Barcelona. Después de que su familia sufriera un revés económico, tuvieron que trasladarse a la zona del Masnou, en Barcelona (España), lo que supuso un gran cambio para Joan Roig. Allí entró en la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña.

Participó en las tareas de la Federación y fue nombrado vicepresidente del Consejo Comarcal de la Federación del Maresme.

Según precisan desde la arquidiócesis de Barcelona, Joan Roig era un líder nato al que entonces había que eliminar “cueste lo que cueste”. Uno de sus biógrafos aseguró que “el único motivo por el cual lo mataron fue porque era católico”, y “murió porque no tenía miedo de defender a Cristo”.

La noche del 11 de septiembre de 1936, unos milicianos golpearon la puerta de la casa de Joan Roig. Consciente de lo que iba a pasar consumió las Sagradas Formas y se despidió de su madre en inglés diciendo “God is with me”, es decir, “Dios está conmigo”.

Joan Roig Diggle fue asesinado de cinco tiros dirigidos a su corazón y uno de gracia en la nuca. Las últimas palabras que salieron de sus labios fueron: “Que Dios los perdone como yo los perdono”.

Actualmente está enterrado en una capilla lateral de la parroquia de San Pedro en el Masnou, Barcelona (España).+