El Papa anuncia un consistorio para crear 13 nuevos cardenales
- 25 de octubre, 2020
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Recibirán la púrpura cardenalicia el 28 de noviembre próximo. Nueve son menores de 80 años (electores en un futuro cónclave).
El Papa Francisco anunció hoy tras el rezo del Ángelus un nuevo consistorio para el 28 de noviembre próximo, en el que creará 13 nuevos cardenales para la Iglesia, nueve son menores de 80 años y por lo tanto con derecho a participar en un futuro cónclave, a los que se añaden cuatro mayores de esa edad.
Dos de los nuevos cardenales pertenecen a la Curia Romana: son el secretario del Sínodo de Obispos, el maltés Mario Grech, y el italiano Marcello Semeraro, antiguo obispo de Albano y nuevo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
A ellos el Papa unió a seis pastores de Iglesias en el mundo: el arzobispo de Kigali, Rwanda, Antoine Kambanda; el arzobispo de Washington, Estados Unidos, Wilton Gregory; el arzobispo de Capiz, Filipinas, José Fuerte Advíncula; el arzobispo de Santiago de Chile, Celestino Aós Braco; el vicario apostólico de Brunei, Cornelius Sim; el arzobispo de Siena, Italia, Augusto Paolo Lojudice. Con ellos el Papa también nombró al actual custodio del Sagrado Convento de Asís, el Padre Mauro Gambetti.
A los nueve cardenales menores de 80 años, el Papa anunció la creación de cuatro nuevos cardenales mayores de esa edad. Se trata de Felipe Arizmendi Esquivel, arzobispo emérito de San Cristóbal de Las Casas (México); el nuncio apostólico Silvano Tomasi, antiguo observador permanente en las Naciones Unidas en Ginebra, que trabajaba en el Departamento para el Desarrollo Humano Integral; el padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia y el párroco del Divino Amor y ex director de Cáritas Roma padre Enrico Feroci.
El Santo Padre invitó a rezar "por los nuevos cardenales para que confirmando su adhesión a Cristo me ayuden en mi ministerio de obispo de Roma para el bien de todo el pueblo de Dios".
Los cardenales llevan el color púrpura, lo que indica su voluntad de sacrificar "usque ad sanguinis effusionem", hasta el derramamiento de sangre, al servicio del Sucesor de Pedro, y aunque residan en las regiones más remotas del mundo se les asigna una parroquia en la Ciudad Eterna porque están incardinados en la Iglesia de la que el Papa es obispo.+