El Papa reza por el futuro de Libia y por los misioneros y catequistas del mundo

  • 18 de octubre, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Santo Padre pidió seguir rezando por todos los misioneros y catequistas perseguidos y secuestrados en varias partes del mundo.

A la hora del rezo del Ángelus, y en el contexto de la Jornada Mundial de las Misiones que se celebra este 18 de octubre, con el tema: "¡Aquí estoy, envíame! Tejedores de la fraternidad", el papa Francisco expresó que “esta palabra "tejedores" es hermosa”, subrayando que todo cristiano está llamado a ser un tejedor de la fraternidad, "de manera especial, los misioneros y misioneras -sacerdotes, laicos, hombres y mujeres consagrados- que siembran el Evangelio en el gran campo del mundo están llamados a ser tejedores de la fraternidad. Recemos por ellos y démosles nuestro apoyo concreto".

Asimismo, en el contexto de las misiones, el pontífice dio gracias a Dios por la tan esperada liberación del padre Pierluigi Maccalli, que fue secuestrado hace dos años en Níger.

"Lo saludamos con este aplauso y también nos alegramos porque otros tres rehenes fueron liberados con él. Seguimos rezando por los misioneros y catequistas y también por los perseguidos o secuestrados en varias partes del mundo", expresó Francisco.

Rezar por el futuro de Libia
Por otra parte, el pontífice dedicó unas palabras de aliento y apoyo a los pescadores que llevan retenidos más de un mes en Libia y a sus familias. "Que encomendarse a María, Estrella del Mar, les permita mantener viva la esperanza de poder abrazar pronto a sus seres queridos".

El Papa también rezó por las diversas conversaciones que se están llevando a cabo a nivel internacional, con el fin de que sean relevantes para el futuro de Libia.

“Hermanos y hermanas, ha llegado el momento de detener toda forma de hostilidad fomentando el diálogo que lleve a la paz, la estabilidad y la unidad del país. Recemos juntos por los pescadores y por Libia, en silencio”

Finalmente, Francisco saludó a todos los peregrinos, llegados de Roma y de tantos otros países.

En particular saludo y bendigo con afecto a la comunidad peruana de Roma reunida aquí con la venerada imagen del Señor de los Milagros. Un aplauso a la comunidad peruana. También saludo a los voluntarios del Ente Italiano Tutela de Animales y Legalidad. 

Finalmente, el Santo Padre se despidió de todos ellos, deseándoles un buen almuerzo e impartiendo su bendición apostólica.+