La peregrinación a Itatí de la Catequesis Especial del NEA cumple 40 años

  • 30 de agosto, 2020
  • Resistencia (Chaco) (AICA)
El arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Alfredo Dus, envió un mensaje a la Catequesis Especial de la región NEA, al cumplirse 40 años de la peregrinación a Itatí.

En ocasión del 40 ° aniversario de la peregrinación a Itatí de la Catequesis Especial de la región NEA, el arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Alfredo Dus, envió un mensaje a los miembros del movimiento.

“Qué alegría poder saludar a todos los miembros, las familias, los catequistas, los adolescentes de la Catequesis Especial, que sirven y son testimonio tan lindo para la Iglesia y para la vida en familia”, expresó.

“Estamos celebrando el 40 ° aniversario de esta peregrinación. Bendito sea Dios, que ha mantenido siempre esta peregrinación de la catequesis especial del NEA como un testimonio de vida, de vida eclesial, de apertura, de encuentro, de caridad, de solidaridad, de construir realmente familia”, destacó.

“Qué hermoso también sentirnos inspirados con el episodio de la visitación de María a su prima santa Isabel, para vivir este encuentro. Este año hacemos un camino virtual, pero un camino justamente para ir al encuentro del otro y para sentirnos una gran familia, en este techo grande que nos dan los medios de comunicación”, consideró.

“Todos unidos, caminando juntos, con la mente y con el corazón al encuentro de María, a ir hasta su casa, y por sobre todas las cosas para pedirle al Señor que realmente nos dé también a nosotros esa disposición de la Virgen de salir al encuentro”. 

“María caminó, dice el Evangelio, fue de prisa, con ganas de encontrar a su prima, aun por caminos pedregosos, de montaña, pero su corazón latía por este encuentro con su prima, para compartir su experiencia de Dios, y para saber también que Isabel había hecho una experiencia de encuentro con Dios”.

“María Virgen, que concibe a Jesús por obra del Espíritu Santo; e Isabel, que recibe la bendición de la vida, habiendo sido estéril toda su vida, sin embargo recibe la bendición de la vida de Juan el Bautista. Estas dos mujeres nos ayudan siempre: por una parte a vivir el encuentro con Dios, compartiendo la experiencia que hacemos de Él. Ese es el camino, muchas veces la montaña que tenemos que subir para abrir nuestro corazón”.

“Sabemos que el Señor nos regala, en este año, considerarnos como parte de esta gran casa que es la naturaleza, toda la creación, de la cual nos gozamos de los árboles, de las flores, de los pájaros, de la vida que entre todos entretejemos, entre todos nos cuidamos y entre todos embellecemos”.

“María, con esta fiesta y con el ejemplo y la mirada de la Visitación a su prima Santa Isabel, nos ayuda a sentirnos custodios de la creación”.

“Que el Señor nos regale ese gozo de saber que caminamos juntos, que vivimos en familia, que la construimos paso a paso, en los vínculos, en las relaciones entre nosotros, como una verdadera familia en la cual Jesús, con su amor, con su Espíritu, está siempre presente”, pidió monseñor Dus. 

“Le pedimos a María que prepare nuestros corazones para abrirlos a la gracia de Dios y al don de Dios, que es el encuentro con ese Jesús que está presente en el corazón de nuestros hermanos, de nuestros niños, de nuestra familia”, concluyó . +