El patriarca maronita pide elecciones anticipadas y neutralidad activa para el Líbano

  • 18 de agosto, 2020
  • Beirut (Líbano) (AICA)
El cardenal Béchara Boutros Raï, exhortó a los dirigentes políticos que impulsen el cambio "que salve al país, no a la clase política.

“Organizar elecciones parlamentarias anticipadas sin esperar una nueva ley electoral y formar un nuevo gobierno, como pide el pueblo”, fue el pedido expresado este domingo 16 de agosto, en Beirut, por el cardenal Béchara Boutros Raï, patriarca de Antioquía de los maronitas. 

El Líbano se encuentra en una grave situación de crisis social, económica y política, agravada por la pandemia de coronavirus. Tras un largo y prolongado estancamiento político-institucional, el ejecutivo actualmente en el poder es fuertemente criticado por la población, ganado por los altos precios, el hambre y a todo esto, se sumó la grave explosión ocurrida el 4 de agosto en una bodega del puerto de Beirut y que se saldó con cientos de muertos y miles de heridos y desplazados. 

En su homilía dominical, el patriarca instó a los dirigentes que los políticos impulsen el cambio “porque la gente quiere” un gobierno que rompa con el pasado “y que” salve al país, no a la clase política”, expresó. “No hay gobierno de unidad, sin unidad real y no hay gobierno de consenso sin consenso en las reformas - reiteró el cardenal - Queremos un gobierno de Estado y del pueblo, no un gobierno de partidos”.

Mientras tanto, ayer, el Patriarca maronita lanzó oficialmente el “Memorándum del Líbano y neutralidad activa”, ya anunciado hace varias semanas. El concepto en sí es un llamamiento y una solicitud de implementación dirigidos a las Naciones Unidas y explicados a la comunidad árabe e internacional. 

La situación actual del país lo dicta: en concreto, el patriarca enumera y explica todas las razones históricas, de seguridad, políticas, económicas y culturales que empujan a los libaneses a querer adoptar la “neutralidad”.

La neutralidad es garantía para el país y para Medio Oriente
Ya en su homilía del 5 de julio de 2020, el cardenal había lanzado un llamamiento a las Naciones Unidas para trabajar en la consolidación de la independencia y unidad del Líbano, para la implementación de las resoluciones que le conciernen y para el reconocimiento de su neutralidad. 

La neutralidad es de hecho -escribe el cardenal- la garantía de la unidad del país y de su ubicación histórica, especialmente en este período de cambios geográficos y constitucionales. La neutralidad del Líbano es su fuerza y la garantía de su estabilidad. Un Líbano neutral puede contribuir a la estabilidad de la región, defender los derechos de los pueblos árabes y la paz, y establecer “relaciones justas y seguras” entre los países de Oriente Medio y Europa, gracias a su ubicación en la costa mediterránea. 

El Patriarca vuelve a lanzar ahora el llamamiento en el Memorando con gran detalle, mediante el examen de cinco puntos: las razones históricas de esta propuesta, el concepto mismo de neutralidad activa, su importancia como fuente de independencia y estabilidad para el Líbano, las ventajas resultando para el país y su economía y finalmente una página de conclusiones.

Las razones históricas de la propuesta
Volviendo a la historia del país, el cardenal señala que la “neutralidad” del Líbano, aunque no presente en la mente de los fundadores del Estado del Gran Líbano, entró en él más tarde por considerarla particularmente adecuada para la constitución de la sociedad del país. 

Gracias a una sabia política, el Líbano logró - remarcó el cardenal en su histórico excursus - preservar la unidad de su territorio, la exclusión de los conflictos en la región entre 1943 y 1975 que trajo prosperidad, riqueza, aumento de los ingresos individuales caída del desempleo. Por otro lado, cada fracaso posterior que el cardenal registra en la historia, en relación con la política del país tanto con Egipto como con Israel y Palestina, por ejemplo, se remonta precisamente a “la desviación del país de la política de neutralidad que se reconoce, incluso sin un texto constitucional que lo sustente”

“Así, el Estado ha perdido su autoridad interna, el país su soberanía territorial, la nación su rol político, la fórmula de gobierno su equilibrio, la sociedad su especificidad civilizadora. Este desequilibrio también produjo conflictos internos secundarios tan violentos como los principales. Y ahora Líbano se tambalea hoy entre la unidad y la división”.

El concepto de neutralidad activa
Yendo al fondo del concepto mismo de neutralidad activa, el Patriarca destaca los tres aspectos complementarios y esenciales de los que goza el país con esta condición. 

El primero es la rotunda negativa del Líbano a entrar en coaliciones o conflictos a nivel regional e internacional; así como la abstención de cualquier estado de interferir en los negocios o en su territorio. 

El segundo es la adhesión a las iniciativas de solidaridad y protección de los derechos en todo Oriente Medio. El pluralismo religioso, cultural y civil, como característica específica del Líbano - escribe el patriarca - necesariamente hace una tierra de encuentro y diálogo entre religiones, civilizaciones y culturas, así como un “puente de comunicación cultural, económica y civil entre Este y Oeste” 

“El tercer aspecto es el fortalecimiento del Estado libanés para que sea capaz de garantizar su seguridad tanto interna como externa. La neutralidad del Líbano también requiere la resolución de la delimitación de las fronteras con Israel, así como la delimitación de las fronteras con Siria.

Los escenarios que se vislumbran sin una solución radical a estos conflictos son: o la dominación externa, o el fracaso del Estado libanés o su redefinición a manos de otros. 

Por eso - concluye el Patriarca Rai una vez más - nuestro llamado a la “neutralidad” y a la consolidación de la soberanía y estabilidad nacionales y relanza su llamamiento para que las Naciones Unidas decidan sobre el estatus de neutralidad incluso para la propia supervivencia del país y su papel de mediación y pacificación en la solución para medio millón de refugiados palestinos y más de 1,5 millones de desplazados internos sirios presentes en su territorio. +