El cardenal Poli pidió la protección de la Virgen del Carmen

  • 16 de julio, 2020
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, presidió el 16 de julio en la catedral metropolitana una misa en honor de Nuestra Señora del Carmen.

Con una misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, en la catedral metropolitana, la Iglesia porteña celebró el 16 de julio a la Virgen del Carmen, advocación de especial devoción en la arquidiócesis: cuatro parroquias llevan su nombre, y cuatro también son los conventos de Carmelitas Descalzas. Además, varias congregaciones religiosas femeninas de vida activa están inspiradas en esta advocación y distintos colegios religiosos también tienen por titular a la Virgen del Carmen.

Concelebraron la Eucaristía, dedicada a pedir especial protección a la Virgen del Escapulario, los sacerdotes de esas parroquias: presbítero Marcelo Pettinaroli, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Villa Urquiza; presbítero Gastón Colombres, párroco de la comunidad de Ciudad Oculta; presbítero Pedro Figura, párroco de Nuestra Señora del Carmelo, en Recoleta; y presbítero Marcelo Falcón, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de la vicaría Centro, quien tuvo a su cargo la homilía.

En su reflexión, señaló que la Liturgia muestra una situación difícil para los israelitas, que volvían del destierro y se encontraban con una ciudad destruida, en ruinas, que era necesario reconstruir. “En muchos reinaba el desaliento, el miedo, y Dios, por medio de Zacarías, animó a aquella gente para que no bajaran los brazos, los animo a confiar en el amor de Dios que no los abandonará”.

“Muchos de ustedes seguramente recuerdan la historia de la Virgen del Carmen y saben que el nombre que damos a la Virgen se relaciona con ese lugar de la tierra de Jesús, de la Tierra Santa, que es el monte Carmelo,  es el lugar donde vivió el profeta Elías”, explicó. “Por eso a la Virgen del Carmen le decimos también Nuestra Señora del monte Carmelo”.

“El profeta Elías también vivió en tiempos difíciles: en el país se sufría una gran sequía, y cuenta la biblia que Elías se postró, oró a Dios insistentemente y obtuvo de Dios la lluvia tan esperada, tan necesaria, porque Dios no abandonó a su pueblo”, comparó el sacerdote.

“En ese lugar, el monte Carmelo, vivieron más tarde, muchos siglos después, cristianos que se dedicaban a la oración y a la penitencia, y estos cristianos dieron comienzo a la Orden de los Carmelitas. También en tiempos difíciles, estos carmelitas invocaron a la Virgen, la Virgen se apareció a Simón Stock, que oraba confiadamente pidiendo la Virgen un privilegio, un signo de su protección”, relató.

“Cuenta la tradición que la Virgen se apareció a San Simón Stock, rodeada de ángeles, y le entregó el Escapulario como signo de su protección maternal. La Virgen acompañaría a todos los que llevaran el Escapulario para auxiliarlos en esta vida y también después de la muerte”, detalló.

“Nosotros también estamos pasando momentos difíciles en el país, en el mundo, a causa de la pandemia del coronavirus. A muchos se les hace difícil el aislamiento preventivo por distintos motivos, hay quienes están angustiados, quienes tienen miedo, quienes están preocupados, quienes están enojados, quienes sufren estrecheces económicas, el dolor de un familiar que está enfermo, la propia enfermedad”, enumeró. 

“Como familia de Jesús, volvemos a mirar el cielo en este día y pedimos la ayuda de Dios. Son días en que necesitamos orar con especial confianza a Dios, que nos ama y no nos abandona. Son días en que aun en medio de las preocupaciones y de las angustias, podemos sentir, podemos experimentar la alegría que es fruto del espíritu y que vivimos cuando, movidos por la caridad fraterna, nos ponemos al servicio de los hermanos que más lo necesitan”, aseguró.+