Último adiós en Córdoba a Mons. Ronchino

  • 1 de julio, 2020
  • Córdoba (AICA)
Con la misa  exequial presidida por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, en la capilla de la Casa Zatti, la comunidad dio su último adiós a monseñor Pedro Ronchino.

Con la misa  exequial presidida por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, en la capilla de la Casa Zatti, la comunidad dio su último adiós a monseñor Pedro Ronchino, obispo emérito de Comodoro Rivadavia, fallecido en la madrugada del miércoles 1° de julio, a sus 92 años.

Al comienzo de la celebración, fue leída una reseña biográfica de monseñor Ronchino, y una carta firmada por el obispo de Comodoro Rivadavia, monseñor Joaquín Gimeno Lahoz, con el recuerdo también de monseñor Esteban Laxague SDB, obispo de Viedma. 

También se hizo presente mediante un mensaje el obispo emérito de Comodoro Rivadavia, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, de quien el extinto obispo fue predecesor. En sus palabras, recordó lo agradecida que siempre estuvo la diócesis por todo lo que él le dio. Destacó especialmente que, como ayudante de monseñor Moure, “Ronchino asumió todas las situaciones difíciles, los problemas que atravesaba la diócesis” y le permitió a Moure desempeñarse como pastor. Luego, como obispo diocesano, señaló, “supo organizar muy bien la diócesis, dándole un marco jurídico y también supo apoyar el plan pastoral”.

En su homilía, monseñor Ñáñez tomó como referencia la frase de la primera lectura: "Felices los que mueren en el Señor, sus obras lo acompañan" , y consideró que "estas palabras se cumplen en nuestro hermano Pedro Luis, porque sus muchas obras como religioso, como sacerdote, como obispo lo están acompañando. Él puede descansar en paz".

Por otra parte, destacó tres momentos de su vínculo personal con el fallecido obispo: En Roma, el padre Pedro fue responsable del estudiantado de los salesianos al tiempo que monseñor  Ñáñez comenzaba sus estudios teológicos en la Universidad Gregoriana.  En la arquidiócesis de Córdoba, compartieron el servicio ministerial. Y también ocuparon cargos en simultáneo en la Conferencia Episcopal Argentina.

En cada una de estas etapas, destacó el arzobispo de Córdoba, “siempre me impresionó el entusiasmo de este hombre, su fervor apostólico, su sonrisa, su caridad, su servicio".

“Pidámosle a la Virgen Santísima, la que él era muy devoto, que lo presente a ese Señor misericordioso, que lo recomiende de acuerdo a su vida y a sus obras", rezó.

Participaron de la celebración miembros de la comunidad Pío X, de la Casa Zatti y del Consejo Provincial salesiano. Sus restos fueron inhumados en el cementerio "San Jerónimo" de la capital cordobesa.+