Mons. Han Lim Moon: Cómo comprender la locura del amor de Dios

  • 27 de junio, 2020
  • San Martín (Buenos Aires) (AICA)
El obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, compartió su reflexión del Evangelio para el domingo 28 de junio. 

“¿Tuviste o tienes celo por amar mucho a alguien? ¿En qué circunstancia te sucede? ¿Está bien tener celo?”, comenzó preguntando monseñor Han Lim Moon, obispo auxiliar de San Martín, durante su reflexión del Evangelio para el domingo 28 de junio. Y explicó: “El celo es una pasión moralmente neutral, que sea bueno o malo depende de las motivaciones que lo suscitan. Y hay celos muy nobles”. 

Sobre el Evangelio, confesó: “Al pronunciar estas palabras estoy casi seguro de que Jesús perdió prácticamente a todos sus discípulos”, y se preguntó: “¿A qué se debe su expresión tan chocante y escandalosa?”. Para comprenderlo, mencionó tres factores sobre “la locura del amor de Dios”.

En primer lugar, “la encarnación: cómo el hombre no puede resistir ver a Dios cara a cara sin morir (cf Éxodo 33,20), Él, sin necesidad alguna, se hizo hombre para amarnos evitando nuestra muerte”. Seguidamente mencionó “la pasión y la muerte, para salvarnos de la muerte: tampoco tenía ninguna necesidad de entregar su vida por nosotros. Pero la entregó para mostrarnos su amor sin medida”.

Y como último punto, monseñor Moon señaló: “La resurrección y la ascensión: Jesús cuando cumplió su obra redentora, al subir al cielo, encontró la manera original de acompañarnos realmente hasta el fin del mundo enviándonos al Espíritu Santo, y estando presente en los sacramentos especialmente en la Eucaristía, en su Palabra, en la Iglesia y en los necesitados”. 

“Ante esta locura tan grande del amor de Jesús, el hombre tiene  dos opciones: aceptarlo o rechazarlo”, dijo el prelado. Pero advirtió: “Si aceptamos, comprenderemos el por qué Jesús nos exige amarlo en forma exclusiva y, luego, en Él, amar a todos los demás”.

Antes de concluir, mencionó la última frase de Jesús en el Evangelio: “El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí”, y explicó: “Este pedido de Jesús de ser acompañado con la cruz es otra consecuencia natural de quien optó por Él, porque el verdadero amor siempre acompaña al que ama, especialmente cuando Jesús, el amado, lleva la cruz por amor a todos”.

Finalmente, monseñor Moon dijo: “Si toda nuestra vida está bien centrada en Jesucristo, en Él podemos también amar armoniosa y divinamente a todas las personas y cosas como Él ama. ¡Esto es ‘ganar’ la vida!”.+