Sobre la apertura de los templos en la diócesis de Río Gallegos

  • 19 de mayo, 2020
  • Río Gallegos (Santa Cruz) (AICA)
En una entrevista de una radio local de Río Gallegos, el obispo diocesano, monseñor Jorge García Cuerva fue consultado sobre los acuerdos con el gobierno para la apertura gradual de los templos.

En una entrevista de una radio local de Río Gallegos, el obispo diocesano, monseñor Jorge García Cuerva, fue consultado sobre los acuerdos con el gobierno para la apertura gradual de los templos y cuáles son las disposiciones para la diócesis.

El prelado aclaró que “aún no hay una determinación”. Explicó que luego del decreto del gobierno nacional que aprobó la apertura gradual de los templos para la atención individual de los fieles, descartando las celebraciones comunitarias, “les presenté un posible proyecto de protocolo a los gobernadores de Santa Cruz y Tierra del Fuego y estamos esperando que ellos lo revisen”. La diferencia con el protocolo que propuso la jefatura de gabinete, sería en el horario, fijado en Río Gallegos para “después del mediodía”.

Sin embargo, monseñor García Cuerva indicó que “no tenemos apuro, porque lo más importante es cuidar la vida”. Seguidamente, mencionó: “Para los cristianos la presencia de Jesús no está solo en la Eucaristía. Está en los más pobres y hay un montón de hermanos que nos necesitan”.

Dijo que “hay mucha gente en la Iglesia que está trabajando en esto desde Cáritas, desde el Hogar de Cristo, desde los comedores, desde la asistencia a través de las redes. Por lo tanto la Iglesia está activa y en movimiento; los que están cerrados son los templos”.

“La obligación de la Iglesia -agregó-, como la del Estado y las distintas organizaciones, es seguir ayudando y asistiendo a los más pobres. Nosotros también lo hacemos por un compromiso de fe. Creemos que en cada hermano necesitado está Cristo, entonces tenemos una obligación moral y vital”.

“No estamos tan apurados en que se abran los templos, porque la familia de Dios, el pueblo de Dios está en acción en las calles”, concluyó monseñor García Cuerva.+