Los obispos de la triple frontera, Bolivia, Chile y Perú, preocupados por la crisis migratoria
- 22 de agosto, 2019
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Oruro (Bolivia)
"Nos preocupa la compleja dinámica migratoria actual, sin precedentes de la Región en particular la crisis migratoria venezolana, que transforma a nuestros países como lugares de origen, tránsito y destino simultáneamente", se lee en el comunicado final del VII Encuentro de obispos y agentes de pastoral de la triple Frontera de Bolivia, Chile y Perú, que tuvo lugar, del 19 al 22 de agosto, en la ciudad de Oruro, Bolivia.
"Nos preocupa la compleja dinámica migratoria actual, sin precedentes de la Región en particular la crisis migratoria venezolana, que transforma a nuestros países como lugares de origen, tránsito y destino simultáneamente", se lee en el comunicado final del VII Encuentro de obispos y agentes de pastoral de la triple Frontera de Bolivia, Chile y Perú, que tuvo lugar, del 19 al 22 de agosto, en la ciudad de Oruro, Bolivia.
Participaron del Encuentro obispos y agentes pastorales de las diócesis bolivianas de Oruro, La Paz, El Alto, las diócesis peruanas de Tacna, Puno y Juli y las diócesis chilenas de Arica, Iquique, Calama, Antofagasta y Copiapó, y la Pastoral Social Cáritas Bolivia.
El objetivo de la Reunión, precisó el Servicio de Información de la Iglesia Católica en Bolivia, Iglesia Viva, fue mirar la realidad migratoria de la región y fortalecer la acción pastoral que promueva la dignidad de las personas en situación de movilidad humana.
Esta iniciativa surge en el 2004, en la diócesis de Tacna (Perú) y a partir de entonces, cada dos años se desarrollan espacios que buscan abordar la dinámica de movilidad humana coordinando acciones pastorales en temas de Movilidad Humana, en las diócesis que comparten las fronteras.
Los encuentros anteriores se realizaron en 2008 en la diocesis de Iquique (Chile); 2011 diocesis de Tacna (Perú); 2013 Oruro (Bolivia); 2015 Antofagasta (Chile); 2017 Puno (Perú) y el que acaba de concluir en Oruro (Bolivia) en la localidad de Iroco.
Comunicado Final
En la clausura del encuentro, los prelados participantes y los agentes de pastoral difundieron el siguiente comunicado:
"Nos preocupa la compleja dinámica migratoria actual, sin precedentes de la Región en particular la crisis migratoria venezolana, que transforma a nuestros países como lugares de origen, tránsito y destino simultáneamente.
Identificamos situaciones en que las personas migrantes ven vulnerados sus derechos, convirtiéndolas en víctimas de trata, tráfico, explotación laboral, sexual y otros tipos de abusos, poniendo en riesgo la vida, dignidad e integridad de quienes presentan mayor índice de vulnerabilidad, como son las mujeres, los niños, las niñas y adolescentes.
Comprobamos con preocupación que se vienen presentando serias dificultades de acceso regular y de asilo a territorios a quienes migran, obligándoles a la irregularidad y al precario acceso a derechos básicos como documentación, salud, vivienda, alimentación, educación, vestimenta y trabajo digno entre otros.
Ante este grave contexto, la Iglesia como madre y sin fronteras ve en la acogida del migrante el mismo rostro de Cristo (Mateo 25,35).
Nos anima el llamado del Papa Francisco a construir puentes de solidaridad y no muros que nos separan en la indiferencia y el egoísmo. Valoramos el esfuerzo de cada Iglesia particular de las fronteras de Bolivia, Chile y Perú, al generar espacios de acogida, protección, promoción e integración de las personas migrantes y refugiadas.
Reconocemos y agradecemos los esfuerzos realizados por los gobiernos de la Región, instituciones locales y Organismos Internacionales.
Sin embargo, el trabajo realizado es insuficiente.
Invitamos a los mismos actores y a la sociedad en general a promover la cultura del encuentro, realizando acciones concretas de protección hacia los migrantes y personas necesitadas de protección durante el tránsito y el acceso al territorio de los países de destino.
Reunidos en este VII Encuentro de Pastoral de Movilidad Humana, la Iglesia en los tres países que comparten fronteras, renueva su compromiso de colaboración y servicio con las instituciones del Estado y sociedad civil, a fin de mitigar el dolor y el sufrimiento de quienes buscan una nueva esperanza de vida".+